Capitulo 15. Cada Color Al Cielo

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Siempre he sido un alfa muy seguro de sí mismo, no recuerdo ni una sola vez en la que haya estado temeroso de no ser suficiente para gustarle a alguien, hasta el día en el que retiraron el vendaje de Yuuri, había tenido dolores de cabeza después de la cirugía, por lo que, el médico decidió dejarlo con el vendaje 48 horas en lugar de 24 - Muero por verte - me dijo.

- Espero, no decepcionarte - le contesté.

- Eres muy atractivo, lo sé, no puedes engañarme diciendo que no lo eres, tu alma es hermosa, sé que debes de ser realmente valioso por dentro y por fuera, aunque no me gustaras, que yo sé que no será así, te seguiré a todos lados, eres mi alfa, te seguiré sin pedir nada, sin siquiera dudar.

- Porque confías tanto en mí?.

- Me has dado más de lo que alguien antes me dio.

- Estás seguro?.

- Qué pasa contigo?, tienes miedo?, acaso tienes miedo de no gustarme?.

- Me has descubierto - el comenzó a reír sin parar - de qué te ríes?.

- Eres un tonto, tu voz y tu aroma, me encantan, me has gustado desde hace mucho, podría decirte incluso, que te quiero.

- Me quieres?.

- Sí...

- No eres nada romántico, esperaré tu confesión, bajo la lluvia o quizás en algún parque bonito, en alguna fuente luminosa, deberías de pensar más para declararte, de otra manera más original, no lo crees?.

- Eres imposible Viktor - tocaron la puerta y el médico entró me vi de nuevo al espejo, mire mi cabello plateado, mis ojos celestes, te gustare Yuuri?, de verdad podré gustarte?, me golpeaba ansioso mi pecho, muchos dicen que el amor entra por la vista y después por el corazón, casualmente había conquistado su corazón, pero si al verme, no le gustaba sería un retroceso, estaba preguntando muchas veces lo mismo, sin percatarme que el médico ya estaba a su lado quitándole el vendaje, la habitación estaba oscura, había cerrado las persianas, para que la luz del sol no le lastimara tanto, quitó el vendaje, sus ojos tenían unas ojeras moradas bajo de ellos, incluso tenía unos pequeños hematomas en sus párpados - Necesito que abras los ojos a partir de tres - comentó el médico - el asintió - uno, dos, tres - poco a poco fue abriendo sus ojos, aquella tela blanca que los cubría anteriormente, ya no estaba, miraba fijamente todo, como si tratara de buscar algo - Ves bien?, hay algo que te moleste? - el se quedo callado, sus ojos seguían mirando, empezaba a asustarme.

Caminé hacia él y me agaché a su altura - estás bien Yuuri?- sus ojos se posicionaron en mí, fue cuando me di cuenta que en esos ojos ya había luz, con su mano acarició mi rostro, una vez, dos veces, sus dedos temblaban - Qué sucede Yuuri? - volví a preguntar.

- Por fin pude verte, por fin pude conocerte, tienes unos hermosos ojos de cielo, eres más atractivo de lo que imaginé - el médico se acercó a él, le dijo - creo que ha sido un éxito - no tenía palabras, solamente lo abracé, mis brazos rodearon su cuerpo y su cabeza se acomodó en mi cuello para aspirar mi aroma, podía sentir a través de lazo lo emocionado que estaba, un mar de emociones que en el habitaban, era hermoso había regresado, no solamente la luz a su alma, sino también a su vida, el médico nos dio una serie de instrucciones para tomarlas en cuenta, no hacer ejercicio físico durante 2 meses, evitar la luz del sol, hidratar sus ojos con unas gotas especiales, serían dos meses de recuperación, bastante arduas, donde debíamos de ser pacientes, no había cabida al desanimo entre los dos, el solo hecho que pudiera ver, era una avance enorme para nosotros.

El era como un niño, miraba todo como redescubriendo, supongo que 6 años, donde no veía más que oscuridad le pasó factura, pero esa sonrisa maravillosa que tanto me gustaba, aún seguía ahí, esa sonrisa que me hizo enamorarme resplandecía aún más que antes, mi celular sonó era un recordatorio donde me aparecía una reservación, no recordaba haber reservado nada, me di cuenta que faltaba una semana para el aniversario del día en el que Yuri me dejó plantado en el altar, un año, un año donde tuve que renacer de mis cenizas, tuve que entender que el amor es algo más que estar con tu pareja destinada, un año donde pensé que estaría a su lado en esa casa de cristal y ahora estaba al lado de un omega que estaba recuperando su vista y me di cuenta que mi vida era un más hermosa de lo que me había imaginado, si no le hubiera dicho que lo marcaría para que no saltara, estoy seguro que ahora mis huesos estarían en un cementerio, mi alfa habia aceptado que Yuri era mi destinado y cuando él se fue nos condenó a la soledad y la desesperación, él quería morir sin ese aroma a Jazmín, es lo mismo que sucedió con Yuuri sin ese aroma de su alfa y su lazo roto, haber perdido a su cachorro, también le cobró factura, quizá hubiéramos sido como unos amantes trágicos, como la prueba ferviente de que el amor también mata y que puedes morir de amor, que esa idea no es tan descabellada como dice la gente, aquel restaurante tenía una vista hermosa, siempre me imaginé que estaría celebrando mi aniversario y ahora lo recordaba, no sucedería, llamé para cancelar la reservación sonaba algo estúpido, pero me arrepentí, por un momento de haberla cancelado, era un restaurante muy famoso en la región donde tenías que reservar con mucho tiempo de anticipación, en el piso cuatro con una terraza hermosa, podías ver el atardecer mientras veías todos aquellos edificios al estilo párroco de la ciudad, con un buen café, quizá un buen vino y una buena comida, cuando una señorita me preguntó - está usted seguro de cancelar la reservación? - le dije - no, quisiera, cambiar la fecha.

- Claro estamos para servirle - me contestó, hice cuentas después de la cirugía y todo conocí a Yuuri, meses después de mí tragedia amorosa, muy pronto seria su cumpleaños, quizás sería una buena idea celebrarlo, el tiempo justo para que él pudiera ver y pudiera hacer su vida normal, después de esas dos meses de recuperación.

Se esfuma tu amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora