Capitulo 11. Heridas

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Con el tiempo lo supe, un alfa solitario que prefería leer, a salir a tomar alcohol, un alfa desolado, triste que fue plantado en el altar, que acudia a mi cada noche al escucharme sollozar, con unos brazos fuertes que sostenian mi cuerpo temblando, un alfa que me protegia como lo más preciado, un hombre que me brindaba calor humano, un hombre que llenó mis manos vacias de cuidados y afectos, un hombre que pondria su marca en mi, porqué lo harias?, porqué ayudabas a un ser insignificante como yo?.

Su hogar ahora era el mio, su tristeza tambien, me has salvado del astio, de la derrota, de una vida miserable, acaso crees que no estare ahi para ti?, no puedo verte, pero puedo sentirte, mis dedos rodeaban sus facciones, sus mejillas, el contorno de tus ojos, el sera mi alfa, mi guardián, el calor que me falta y yo sere lo mismo para el.

Mi omega era azotado por el recuerdo de aquel alfa que me traicionó, una marca?, una marca que podría permitirme vivir?, pudieran decir que porque acepte unirme a un alfa desconocido, la respuesta es clara, Otabek me quito todo, porqué deberia quitarme la vida tambien?, porqué los omegas debemos morir por la indecisión de un alfa?, sabia que dormía cuando su respiración se hacia pausada, varias veces sus brazos me rodeaban, se que quiza buscan el calor de alguien más, también los mios, pero no morire, no morire de amor.

Tocaba a diario aquel lugar donde el me habia marcado, se estaba borrando al paso de los días, mi nuca deberia ser marcada de nuevo, y seria aquel alfa, podria entregarme a el?, podria dejar que alguien mas tocará mi cuerpo?, podria dejar el lado romántico en la historia para sobrevivir?, podria borrar el recuerdo de aquel hombre en su piel?.

Mi celo estaba por llegar y con el, la ocasión para sellar aquella nueva union, daba clases cuando mi lobo comenzó a chillar adolorido, ahullaba desesperado, lloraba queriendo morir, sabia lo que eso significaba, el habia marcado a ese omega, mi lobo lo sintio, y yo aun debatiendome si debería o no, unirme a otro alfa, di unos pasos hacia la puerta tratando de que mis pulmones no se siguieran cerrando, cuando mi consciencia desaparecio.

Desperte en la cama del hospital pidiendo a Viktor, era mi ultima oportunidad lo sabia, mi corazón se detendria en cualquier momento, el me abrazó con ternura como siempre, deseaba el sabor de sus labios, deseaba probar su boca, pero no tuve el valor de hacerlo.

En la madrugada su aroma se volvió mas agrio, mas agrio que siempre, se movia ansioso, sentía sus movimientos cada vez mas fuertes, toque su frente para descubrir la humedad de su piel - Yuri!! Yuri!! Vuelve!! - gritaba angustiado, movio mis adentros, hablaba del mismo Yuri Plisetsky?, aquel omega con aroma a Jazmín que me arrebato el amor?- Yuri, el, era mi omega.

La rabia me movía, me levanté enredandome en las sabanas, el fue a mi auxilio - Dejame!!, dejame!! - golpeaba su torax molesto, enojado, porqué no me lo había dicho?, porqué no me habia mencionado que estaba relacionado a uno de mis demonios?, porqué no me había dicho nada de eso?, porqué?.

- Se que debi decirtelo, perdon - seguia golpeandolo, el me abrazaba fuerte - Basta, te haras daño, basta, Yuuri, no quería mencionarlo, si a mi me duele a ti más, te dañó, a mi tambien, te lo dije tenemos más en común de lo que tu crees.

- Quieres dañar a Otabek, dañandome a mi? - aquel pensamiento salio sin filtro.

- Y tu quieres dañar a Yuri dañandome a mi? - negué con la cabeza.

- Estas solo, yo también, necesito alguien a mi lado, tu igual, se mio Yuuri, se mi omega, alivia esta soledad, necesito tu calor.

- Yo también necesito el tuyo - mis manos buscaron su rostro, besé sus labios llenandome de su sabor, haciendo que el beso fuera más profundo, más apasionado, metio su lengua deseoso de calor, la acepte sin pensar nada, estaba en una fase donde mi cuerpo necesitaba calmar su angustia, y si el era el calmante, tomaria todos los posibles.

Senti sus manos meterse bajo mi ropa, aquellas manos tibias que recorrían mi espalda, mi lobo se sentía incómodo, si no era el mismo alfa que le juro amor, "puedes dejar de añorar a alguien que te engaño?" le dije, el guardo silencio, sentia sus dedos tocando todo a su paso, mientras me embriagaba en su boca.

La excitacion aumentaba, mi celo tocaba a mi puerta, y me dejaba gobernar por el, mi lobo volvia a moverse, deseoso de amor y afecto, sabia que esta noche nuestros deseos serian cumplidos.

Mis manos buscaban bajo su ropa, sentia su espalda músculosa, su piel suave llenandose de sudor, mientras su respiración se hacia errática, mis manos dejaron de moverse, en cuanto sentí su boca bajar a mi cuello, su aliento golpeando mi oido, su boca mordiendo mi clavícula, mi cerebro se desconectó sintiendo las caricias intensas de aquel alfa.

- Tocame... - me dijo, su voz era mas ronca de lo normal, tomó mis manos y las llevo bajo su ropa, sentia su cuerpo tonificado, mis caricias aumentaban nuestra temperatura - Hueles increible... - mordia mis labios, sintiendo como mi lubricante bajaba, unas punzadas en mi vientre diciendome lo que ya sabia, estaba excitandome con sus caricias, mi cuerpo estaba deseoso de ser tomado por el.

Se esfuma tu amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora