Capitulo 1. Corazones Rotos

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Qué es un corazon roto?, realmente el corazón puede sentir?, nos rompen a nosotros?, o somos nosotros mismos los que nos rompemos?, al imaginarnos amor donde no existe?, somos culpables si alguien nos traiciona?, cuál es la razón del porque no puedo dormir desde que el se fue?, realmente es un villano al buscar su propia felicidad?, soy el unico que sufrió por amor?, fui el unico que perdio todo para que el alcanzará su felicidad?.

Ninguna de aquellas preguntas tienen respuesta para mi, 11 de octubre, una fecha tragica en mi hoja de vida, el comienzo de la faceta mas oscura de mi existencia, de la humillación más grande, la culminación de un sueño que no se realizó.

Cierro mis ojos tratando de borrar aquel sabor agrio que se formó en mi boca, que se hacia más intenso al pasar los minutos, después de que las campanas de la iglesia anunciaran que habia pasado una hora, y que el no llegaba para unir nuestras vidas, tratando de borrar aquella sensación en mi piel, aquel miedo que me hundía más y más; en un espiral de sufrimiento y lamentacion.

A mi lado mi tio Yakov, con su mano en mi hombro, mientras que mis rodillas se vencían dejandome caer al piso, después de solo recibir un mensaje en mi celular diciendo "Lo siento", dos palabras, ocho letras, un solo mensaje, trataron de minimizar el daño causado, miré hacia dentro de aquel recinto, todo adornado con flores que el amaba, con listones de su color favorito, la gente en expectativa viéndome con lástima, el dolor creciendo en mi, mis manos y pies moviéndose sin pedirme permiso, tirando al piso todo sin contemplación, gritando con dolor, gritando con tanto desespero, vencido, humillado, roto, por el omega que mas he amado en toda mi vida.

Muriendo, muriendo en vida, sintiendo que todo cae encima de mi, dificultandome respirar, así se siente que alguien rompa tus sueños e ilusiones?, de esta manera se siente cuando apagan tu alma?, de esta forma justificas tu traicion?, de esta forma pretendes marcharte sin dar la cara?, con miles de sueños rotos, ilusiones perdidas, anhelos inconclusos gritaba de rabia, en el suelo, dandoles un expectaculo a todos los asistentes, diciéndoles de otro modo nada sutil, que acaban de plantarme en el altar.

Viktor Nikiforov, un alfa dominante que lo tenia todo, un maestro de literatura que escribia cartas de amor para Yuri Plisetsky el amor de mi vida, amante de los poemas, enamorado del amor, que fue abandonado el dia de su boda por el unico omega que amó.

Jamas volveria, se fue de la mano de alguien mas, se fue de mi lado sin tener contemplación, no fueron las miradas de lastima que me dedicaba la gente, ni los murmullos que me acompañan desde entonces en cada lugar donde voy y que cruzo con alguien que sabe de mi desgracia, ni tampoco fueron las rosas hermosas que terminaron en el suelo, ni los muebles que compré a su gusto, ni aquella casa que pinte para hacer nuestra guarida, es su ausencia lo que pesa, son las palabras que no dijo, ni los motivos que justificaron su huida, se marchó como un cobarde, sentenciandome, dejandome en la nada, apagó mi alma, cuántas veces lo he dicho ya?, no importa el frio o calor que haga en el dia, estoy anestesiado, anestesiado por el olvido, torturado por la desolación, he soportado tanto, la muerte de mis padres, la vida difícil para hacerme de un nombre, pruebas y pruebas, porque incluso tienen que romperme de ese modo?.

Sí alguien me preguntara, sospeche alguna vez que eso haria?, la respuesta es no, no me dio indicios de que fuera a marcharse, lo senti distante?, si, lo senti asi, pensando que la fecha estaba próxima, pensando que los nervios lo calcomian como a mi.

Lo he buscado?, si, si, lo he buscado por todos lados, mi lobo no acepta que el se marchara, era mi destinado, su aroma a jazmin era mio, y de nadie más, una union hecha para no fallar, pero no fue asi, ningun lazo te une a alguien, el destino no existe, el amor tampoco, todos esos poemas de los que habla la literatura no son mas que un invento de autosujestion, tratando de no hacer la vida mas miserable de lo que ya es.

El teléfono de mi departamento suena con insistencia, he aprendido a acostumbrarme al pitido insistente de la contestadora, y aquellos mensajes de gente preguntándome que si estoy bien como si no supiera que no es preocupación lo que los hace llamar, son las ganas de regocijarse con mis penas.

-Hola soy Viktor, por el momento no puedo atender tu llamada, deja tu mensaje - mi voz inicia un nuevo audio que guardará la contestadora - Viktor hijo, soy yo, Nikolai, estoy preocupado por ti, porfavor hasme saber que estas bien - me rio sonoramente al escuchar la voz de aquel hombre abuelo del amor doloroso al que lloro.

Nikolai, un hombre alfa profesor jubilado de la universidad donde ahora trabajo, mi pasantia fue a su lado, ordenando el sin fin de trabajos escritos de escritores clásicos de todo tipo de géneros, un dia el apareció, el omega mas hermoso que he visto jamas, su cabello rubio, su fina figura, sus ojos de jade, caminando por el jardin de su casa, anunciandome que mi pareja destinada habia aparecido, mi lobo aullo como nunca, feliz, "es el destino" pensé, ahora lo se, era la desgracia tocando a mi puerta.

Galanteos, detalles, todo lo que me hiciera merecedor de que volteara su mirada hacia mi, sin saber que el no queria nada de eso, el queria emociones fuertes, apretar sus brazos alrededor de algun chico malo que lo llevara con su motocicleta por toda la ciudad.

Era menor que yo, pero el amor no mide edades, ahora se que quiza tu lobo te llama hacia alguien, pero no es suficiente si no logras amarlo, y el jamas me amo, se fue, se fue de mi vida, se llevo el color del mundo, se fue y no volvera jamás.

Se esfuma tu amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora