capítulo 7

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Los olímpicos se encontraban en silencio, cada uno en sus respectivos palacios, el asombró y la incredulidad era visible en el rostro de cada Dios, pero en especial de uno, Zeus que solo veía con incredulidad absoluta la imagen del rubio, su expresión cambió a la ira absoluta., los dioses veían el juego de captura la bandera con la ayuda de Iris, ellos solo querían ver al rubio, y algunos quedaron sorprendidos por su liderazgo y razonamiento ágil, Atenea fue la más sorprendida ya que venció con una simple estrategia a su hija, además de que le pareció muy ridículo y se sintió ofendida como capturo los campistas ya que dos eran sus hijos, el chico con una simple cuerda y un árbol atrapó a muchos campistas., los demás dioses solo analizaron al rubio, era un enigma completamente y aunque parecía un vago que le daba todo igual era alguien que se percató de todo su entorno pero prefería no interferir, ellos notaron que era un guerrero experimentado, y Atenea pensó que incluso un veterano de guerra, por su mirada vacía, aunque lo dudaba ya que a penas era un niño, y no había muchos  conflictos bélicos hoy en día.

Despus de que el rubio fuera reclamado, todos estanban sorprendiós ninguno se esperaba tal revelación y algunos pensaron que no era siquiera posible o si era una clase de broma, todo después de un momento salieron corriendo en dirección del templo de Hera peró, fueron detenidos por Zeus que estaba haciendo una rabieta, e inconscientemente esta  lanzando rayos.

.........

Hera se encontraba en un pequeño puesto de comida en Nara, Japón, ella estaba en su forma humana (Kushina), era una belleza, su pelo largo de color rojo que llegaba hasta sus pantorrillas que se separaba a ambos lados de su rostro por una pinza de cabello que tenía en su lado izquierdo, su piel de color blanco y sus ojos, gris-violeta, su vestimenta consistía en unos jeans azules ajustados algo desgastados, una playera verde de manga larga ligeramente doblada hasta sus codos, sapatillas negras de tacón corto, y un chaleco negro, ella llevaba una pulsera color azul en su muñeca izquierda.

Ella había escapado del Olimpo, sabia que todos irían alarmados a su templo para que ella les de una explicación, y más sus hermanas que harían de todo para saber el porqué lo hizo, y ella realmente no tenía ganas que lidiar con ellos, aunque aún estaba preocupada por la reacción de Zeus, y solo espero que no quisiera matar, a su bebé., salió de sus pensamientos al ver que la mayoría de mujeres que estaban en el local suspiraron soñadoramente, cuando un tipo entró, ella vio a quien era  y se congeló al ver a un hombre rubio que ella jamás creia que volvería a ver, era un hombre alto, algo musculoso, de tez canela, que si no fuera por que lo conocía bien ella lo hubiera confundido con su hijo, al igual que Naruto el tenía brillantes ojos azules y pelo rubio de punta, aunque a diferencia de su hijo el tenía un flequillo enmarcando a ambos lados de la cara, el vestía unos pantalones deportivos negros, una playera azul con el estampado de una hoja en el, llevaba unos tenis blancos con gris, y una mochila negra., ella se sonrrojo un poco por la sonrisa tierna que le dirijo el hombre y no pudo evitar sentirse celosa de las miradas que las demás mujeres le dieron, una camarera se acerco al rubio que despus de pedir algo el solo camino hacia ella y saludo algo apenado a la diosa para después sentirse frente a ella, ambos quedaron en un incómodo silencio, hasta que el rubio se animó a hablar.

Minato: como has estado kushi-chan.

Ella solo se sonrrojo un poco, se sintió rara al ser nombrada de nuevo así, solo miro para otro lado para la gracia del rubio, que soltó una leve risa, el igual que las demás deidades estaba algo sorprendios por la revelación de Hera, aunque el estaba un poco más al saber quien era en verdad Kushina, el solo vio a la pelirroja que veía a otro lado, evitando mirarlo a el, se sentía igual para el era extraño estar frente a la mujer que amo, aunque ahora era diferente, el ya se había echo la idea de que la había perdido, y aunque estaba frente a ella no sintió lo mismo que cuando estaba en las naciones elementales.

NARUTO Y LOS OLIMPICOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora