Varias copas después los chicos deciden que es hora de marchar, ya asoma el sol entre los edificios. Rafa necesita nuestra ayuda para subirse al taxi, aunque nosotros no vamos mucho mejor, a excepción de Flavio, el único que va medianamente bien, encargado de decirle al taxista el recorrido que recorrerá para dejarles en sus respectivos hogares.
- ¿Estás seguro de que te vas a pata?, tienes al menos media hora de camino- me comenta Jesús cuando ya están a punto de arrancar.
- No te preocupes por mí, me viene bien despejar, además, ahí no cogemos más- le digo de guasa mientras me despido dándome la vuelta.
Decido encenderme un cigarro antes de poner rumbo a mi casa, y justo cuando estoy guardando el mechero escucho una voz algo afónica tras de mí.
- Hola, ¿me darías fuego?- al girarme percibo de donde sale esa voz, una pelirroja que está bastante bien y que me mira con unos ojos verdes pidiendo guerra.
- Por supuesto, todo el que necesites.- utilizo mi mirada conquistadora con un tono acorde a la situación y estas tácticas surten efecto.
No me hizo falta decir mucho más porque antes de que su cigarro prendiese, su lengua y la mía ya estaban bailando al mismo son. No soy fan de ir a casa de nadie, pero la chica, Sara creo recordar, vivía mucho más cerca y las ganas empezaron a empujar la necesidad de dejarnos fluir el uno con el otro lo más pronto posible. La pasión nos condujo en un sinfín de posturas que terminó por dejar paso al descanso y desasosiego.
Al despertarme percibo que estoy solo en la cama, intento ubicarme un poco, ni rastro de ella, ningún ruido alrededor. Salgo localizando el baño, me aseo ligeramente y me encamino por el piso buscando la salida. Al llegar a la puerta del piso, suelto una sonrisa, en un post-it hay un mensaje para mí y que me relaja.
"Gracias por la noche, ha estado bien. Me he mido a trabajar, un placer y hasta otra, si cuadra"
Sencilla y directa, como yo, sin tapujos, noche de sexo y al día siguiente si te he visto no me acuerdo, perfecto. A veces me cuesta encontrar chicas con la misma idea que yo, la mayoría esperan enamorarse, idea nefasta, el amor está sobrevalorado.
Durante todo el día no cuadro con Mais en casa en ningún momento, y lo agradezco, tengo algo de resaca y estoy bastante cansado por lo que me paso el día zapateado en cama hasta la hora de ir a trabajar.- Uy, esa cara me dice que ayer no fuiste directo para casa, ¿me equivoco?- me pregunta Jesús a la puerta del trabajo nada más verme.
- ¿Tienes espías siguiéndome? Pero tienes razón, mis ojeras son por culpa de una pelirroja que me dio candela en rama- digo todo hinchado.
- Llegará el día que te enamores de una de esas chicas y no sepas que hacer chiquitito- dice Nía que aparece justo detrás de nosotros.
- Eso no lo verán tus ojos- le digo todo convencido y me dirijo hacia mi barra para comenzar a ordenar todo para la noche que se avecina.
- Mañana hay partido, ¿vienes a mi casa y tomamos unas antes de venirnos para aquí?- me comenta Jesús cuando aparece quince minutos después.
- Vale, perfecto.- le contesto pero antes de que se dé la vuelta para ir hacia su esquina le aviso- Jesús, un consejo- veo que me mira intrigado- vete al baño y quítate el pintalabios del cuello anda- le digo burlón.
- Cabrón- me dice riéndose.
Y la noche al igual que el día fue tranquila, sin novedades, ningún grupo nuevo, poca gente y relajadamente. Antes de irme, mientras estoy recogiendo y tengo una chica ya esperándome en la barra, aparece Marta con cara de pocos amigos.- Tú bonita.- le dice a la chica que me está esperando y con la que llevo ligando toda la noche- mejor vete por dónde has venido- veo que la chica se está levantando y me apresuro a acercarme a ella para intentar convencerla.
- Ey, preciosa, ni caso a ésta, que no sé qué mosca le ha picado.
- Me has picado tú, me das un asco, cada día con una, no te cansas de esa mierda de vida que llevas.
- Como tú misma has dicho, es mi vida, y hago lo que quiero, y ahora si no te importa nos vamos.- me giro dándome la vuelta y cogiendo a la chica de la mano.
Ha estado cerca de sabotearme la noche, menos mal que mis reflejos ya están entrenados pues no es la primera vez que me lo hace. Y la frustración que me genera la suelto en la cama a través de embestidas y gemidos de placer.
La chiquilla ni se quedó a dormir, parece ser que aún vivía con sus padres y tenía que regresar antes de que amaneciese completamente y yo lo agradecí profundamente, pues entre la pelirroja y ella, estaba derrotado a nivel físico y el sueño no tardó en aparecer en mis párpados que se cerraron igual de rápido que un suspiro.
Al levantarme, más allá de las tres de la tarde escuché a Mais hablar por teléfono. Salí a darle los buenos días y de paso pedir algo para comer tranquilamente.
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La luz en mi oscuridad
FanfictionMi mundo es la noche, desde siempre me he sentido ave nocturna. De pequeño estaba más enérgico por la noche que por el día, mi madre siempre me lo ha repetido, era dormilón por el día y demonio por la noche. A medida que fui creciendo esto se acentu...