Capítulo 13

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Las chicas llegan a la barra y antes de que puedan pedir sus consumiciones mi rubia favorita medio obliga a Eva a continuar su reto.
- Eva María, no me digas que entre tanto maromo aún no has encontrado a nadie que te atraiga sexualmente- la voz de Sam suena vacilona y observo como Eva, a pesar de notarse que va algo contentilla ya que se ha tropezado en un par de ocasiones, se pone roja mientras mira de manera fulminante a su amiga.
- Sam, no me he olvidado, pero tenía que llegar aquí- me sorprendo con lo abierta que se muestra diciendo eso, Flavio me mira riéndose, Anne hace lo mismo mientras que Sam le sigue metiendo prisa.
- Venga, pues sigue muchacha, que quiero hacer otra ronda...- Eva suspira, y se acerca peligrosamente a la barra. Ese acercamiento hace que me ponga tenso, nunca me ha pasado, me ha dado igual que se hayan acercado a mí, pero nunca he besado a nadie estando en mi puesto de trabajo.
- ¡Ey Gerard! ¿Qué tal colega?- la voz de Flavio y la presencia de mi compañero a mi lado hacen que desvíe momentáneamente la mirada de mi sirena favorita, pero cuando vuelvo a poner mis ojos en ella, está apoyada en la barra al lado de Flavio.
- ¡Aquí andamos!- maldigo en mi interior la aparición de Gerard a nuestro lado, acaba de cortar todo el rollo, pero no soy el único que lo considera inoportuno.
- ¿y tú quién eres?- en situaciones así le pondría un altar a Sam, siempre tan directa.
- Ah, él es Gerard, es el sustituto de Jesús y Hugo cuando tienen libre.- le contesta Flavio mientras que Gerard les saluda con una sonrisa demasiado forzada para mi gusto.
- Ah, pues encantada, nosotras somos Anne, Anajú, Mai, Eva y Sam, amigas de estos cabras locas desde hace poquito.
- Pues un placer. ¿queréis que os ponga algo?- les dice para salir del paso ya que se ha producido un momento algo incómodo.
- Si claro- es Eva la que responde- mira yo quiero una copa de vozca con...- no le entiendo que dice, ya que lo dice muy bajito y veo como a Gerard también le cuesta entenderla y se acerca a ella para poder escucharla mejor.
- Me repites porfis, que no te he escuchado bien.
- Si claro- observo como ella se apoya ligeramente en la barra y se acerca al oído de Gerard, que hace el mismo gesto que ella para poder estar más cerca, pero de repente, mis ojos no dan crédito, no me lo creo, me quedo estático y parado, sin pestañear mientras que escucho los alaridos de las chicas.
- ¡¡¡Reto conseguido!!!- grita Sam devolviéndome a la realidad, me giro, no quiero observar que pasa entre ellos y me dirijo a un grupo de chicas que están esperando a que les atienda mi compañero, ese que debía estar al otro extremo de la barra y no pegando sus labios con una castaña que ahora mismo ha conseguido que mi caparazón se haya recubierto con doble capa de hormigón.

Sé que solo ha sido un pico, un puto pico, pero estaba convencido que tras nuestro momento en la terraza, su andar decidido a la barra y su mirada, el destinatario de ese pico sería yo, no el estúpido de mi compañero. Si antes me caía mal, ahora lo odiaba con ganas. Eva ha aprovechado que él se ha acercado a ella y le ha agarrado de su cara y le ha dado un pico.

No he querido saber que ha pasado después, me escaqueé con motivo de trabajo hacia un grupo de chicas y me he refugiado de la manera que mejor sé cuando alguien me hace daño, ligando. Una de las chicas no para de meterme ficha, y aunque mi mente ahora solo quiere bloquear a Eva, no me quito de la cabeza su beso con Gerard.

- ¡Ey tio!- me dice él con su voz odiosa- ya me encargo yo de mi zona, tus amigos te reclaman.
- Vale- le contesto más borde de lo que incluso quería.
- ¡Oye! ¿pasa algo?- no le contesto, le fulmino con la mirada- oh...entiendo...¿Eva y tú?
- ¡Eva y yo nada!- le suelto de manera dura y concisa mientras me marcho hacia mi zona.

Las chicas están bailando dándolo todo, pero no quiero buscar a Eva, inconscientemente lo hago, soy algo masoca y sus ojos azules se encuentran con los míos.
- Hugo, solo ha sido un pico- la voz de Flavio hace que cortemos nuestra mirada.
- ¿Acaso debería importarme? Eva y yo no somos nada.- le digo serio.
- Si sigues engañándote, realmente nunca llegaréis a ser nada.
- No me estoy engañando, ya sabes que nunca repito con las chicas, y lo que ha pasado antes, no ha sido nada.
- Bueno, ella no creo que opine igual. Estoy seguro de que ella te iba a dar el pico a ti.
- Hu, vamos a hacer otra ronda de retos, sé que estás currando, pero ¿te animas?- la voz de Sam nos interrumpe.
- Paso Sam, nunca juego cuando trabajo.
- Vale, pues ponnos una ronda de chupitos, ligeritos, para todos porfis.

Hago lo que me pide, coloco los vasos, los relleno y se van acercando todos a la barra para coger uno. Los beben de golpe y es Jesús quién reta esta vez, todos tienen que conseguir que alguien les invite a un cubata, aquellos que no lo consigan pagan la siguiente ronda. Evito cruzar mi mirada con la de Eva y observo como poco a poco todos se van dispersando en busca de alguna persona pagafantas para logar superar el reto.

- Hugo- otra vez la estúpida voz de Gerard, si antes lo detestaba, ahora se me está haciendo cansino.
- ¿Qué quieres?- sueno desganado y ni le miro.
- Se ha acabado el barril de cerveza, ¿puedes ir al almacén a por otro?- y aunque mi interior quería y deseaba saber quién iba a ser el engañado por Eva, no podía dejar de lado mis obligaciones. Solo yo tengo acceso al almacén, junto con Jesús o Nía, y ninguno está trabajando hoy.

La luz en mi oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora