xvii. there's not place like home

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capítulo diecisiete: no hay lugar como el hogar

capítulo diecisiete: no hay lugar como el hogar

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Habían pasado algunas horas, pero definitivamente el recinto se hallaba envuelto en una calma abrumante. Era extraño sentirlo de esa manera, después de todo, habían sido semanas agitadas para todos, por lo que tener un momento para tomar un poco de aire realmente era algo sorpresivo. Su cabeza estaba apoyada del marco de la puerta observando hacía el dormitorio de luces apagadas. Ver la cuna vacía le dio nostalgia, pues Hope se había vuelto una parte importante de su estabilidad mental, por la bebé Alexandra no se permitió arrastrarse en un espiral de desesperación.

Por lo que no verla en su cama, como le era costumbre, le dio una sensación la cual no pudo identificar, pero lo que si podía afirmar que no era de su agrado. Sin embargo, todo lo que estaban haciendo, todo lo que siempre hacían era en pro de protegerla de cualquier daño. Ellos harían lo que fuera por ella.

No obstante, un pequeño bullicio proveniente de la parte de abajo del patio llamó su atención llevándola a alejarse del dormitorio para asomarse por el barandal. Los vampiros que protegían el lugar —por órdenes de Marcel con motivo de poder proteger a Elijah, estaban tratando de restringirle el paso a alguien que ella comenzaba a visualizar en su día a día.

—¡Ah, Alexandra! —nombró cuando alzó la mirada. El hombre de cabellos oscuros tenía sus ojos sobre ella mientras en su rostro dibujaba una sonrisa amigable. La joven Alfa empezó a descender las escaleras para acercarse hasta donde se encontraba el minúsculo problema del día —¿Te importaría decirle al equipo de seguridad que soy un querido y viejo amigo de la familia?

—Bueno, eso sería una exageración —confesó para cuando se detuvo a unos pasos de los vampiros —. Por ahora, vayamos con «mal necesario». —los hombres la miraban para cuando Alexandra asintió permitiéndole el paso a Lucien a regañadientes, este por su lado sonrió divertido mientras comenzaba a seguir a la joven lobo más adentro del patio.

—La adulación no es una de tus mejores virtudes, por lo que veo. —señaló mientras veía a su alrededor hasta que la mujer se detuvo. Él la imitó, ella se había volteado a verlo con los brazos cruzados. Un suspiro de su parte le hizo hablar.

—¿Qué quieres, Lucien?

—La pregunta no es qué quiero, es a quién —respondió lo que hizo que Alexandra frunciera con levedad su entrecejo. Él sonreía complacido —. Mira, conozco a los Mikaelson desde hace mil años. Pero tú, Alexandra, eres una nueva variable y no puedo evitar sentirme intrigado —Alexandra arqueó una ceja al notar que él iba en serio, lo cual hacía esa conversación un poco inquietante. La última persona que le había dicho eso, bueno, no terminó nada bien —. Hemos hecho un increíble equipo en el pasado, no puedes negar la química entre nosotros...

—Perdóname, amor, pero Finn intentó matarnos al resto de nosotros más de una vez. —alzó su voz mientras salían de uno de los pasillos de la parte baja del edificio. Kol Mikaelson era seguido por sus dos hermanos mayores, Elijah y Freya. Alexandra se volteó a mirarlos —¡Es un enemigo de nuestra familia!

³ 𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora