ix. silent night, holy night

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capítulo nueve: noche silenciosa, noche santa

capítulo nueve: noche silenciosa, noche santa

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Noviembre finalizó dejando atrás los altos y bajos de los torbellinos de acontecimientos que este suscito. Diciembre se abrió paso dando una calma lenta pero reconfortante pero que no dejó de ser preocupante: desde hacía tres semanas que no se escuchaba nada sobre los Strix, ni de Tristan y mucho menos de Aurora. Era una calma intranquila. Sin embargo, Alexandra lo agradeció puesto que luego de la cena de hacía casi un mes el líder de los Strix este se encargó de enviar flores a su domicilio las cuales eran acompañadas con tarjetas las cuales daban a entender sus intenciones: Tristan estaba fascinado con ella, y de alguna extraña manera, la cortejaba.

Sin embargo, después de la noche en la cual los Strix atacaron el complejo Mikaelson, este se detuvo. Alexandra no cuestiono más el asunto, ya que finalmente ella dio por comprendido de que él había aceptado la negativa ante sus insinuaciones.

No obstante, aquella calma no duró mucho, cuando Davina la contacto ese día más temprano con la primicia de que necesitaba hablar con urgencia, Alexandra supo que las festividades no iban a ser del todo calmas. En la reunión la joven Claire le informó desde el hecho a que ella había dejado de ser la Regente de los Nueve Aquelarres hasta como los Strix, comandados por su cabecilla: Tristan de Martel, estaban haciendo un movimiento para que la facción de las brujas quedará bajo su mandato.

Ese día comprendió la frase: la calma que antecedía al huracán. Y era así, esa tranquilidad experimentada durante los pasados días eran solo una ilusión, y que pronto vendría algo que agitaría todo. Ese algo era Tristan de Martel. Porque si de algo podía estar segura Alexandra era que desde el día que lo conoció sabía que él eran malas noticias; a pesar de que no se puede juzgar a un libro por la portada, Tristan de Martel en su caratula te mostraba sus matices. 

Alexandra describió a Tristan como un hombre exasperante, puesto que este parecía tener todas las respuestas a cada pregunta hecha, era algo así como la frase: el que tiene el conocimiento, tiene el poder. Para la joven lobo, él era la encarnación de esas sentencias. Ahora cada pieza comenzaba a calzar, el interés del Conde en ella, Davina y Marcel. Eran los tres líderes de las facciones reinantes de la ciudad, pero ni Marcel —a pesar de ser parte de los Strix, siendo esta una treta para infiltrarse, ni ella habían dado su brazo a torcer.

Fue entonces cuando la Regencia se mostró como su blanco fácil. Según lo contado por Davina, Marcel fue la que la informó de los últimos acontecimientos: los Strix se habían hecho con un brujo con el nombre de Van Nyugen, quien tenía una vendetta hacía Davina —puesto que ella era la culpable del asesinato de su madre, por lo que luego de darle una cantidad considerable de dinero, este decidió postularse para Regente. Era perfecto, un muchacho sin ninguna experiencia en el arte de la política y bastante maleable ante las demandas de un hombre como Tristan de Martel.

³ 𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora