iv. play with fire

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capítulo cuatro: juega con fuego

capítulo cuatro: juega con fuego

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No apartaba la mirada de la mujer sentada al otro extremo de la sala.

Esa mañana había comenzado lo suficientemente extraña para cuando la joven lobo solo deseaba un día pacífico. Cuando abrió al llamado de la puerta más temprano, Alexandra se encontró con una mujer que demandaba hablar con ella, sin embargo, la joven no le dio buena espina e incluso estuvo a pocos segundos de cerrar la puerta en su rostro. No obstante, cuando mencionó el nombre de Elijah Mikaelson la chica se detuvo en seco. Ella aclamó tener relación con el noble Original lo cual picó su curiosidad, puesto que a pesar de que debía dudar de cada palabra que saliera de sus labios, aquella sentencia le pareció más verdadera por lo que la joven Alfa decidió escucharla.

Sin embargo, la mujer (la cual se había presentado como Aya Al-Rashid) seguía sin trasmitirle sensación de confianza alguna.

—Solo queremos extenderte una invitación —comenzó a hablar cuando señaló con un movimiento de la mano el sobre color crema que se hallaba sobre la mesa de café frente a ellas. Alexandra llevó la mirada hacía el —. Tristan de Martel le encantaría que asistieras, tiene muchas ganas de conocerte.

—¿Tristan de Martel? —cuestionó. Su nombre era de un conde, eso claro estaba, pero lo que no entendía era esa entusiasmo por conocerla, a ella le sonaba más a un eufemismo que a cualquier otra cosa. Aya asintió con suavidad acompañada de una sonrisa.

—Así es, esta noche dará una fiesta en honor a nuestro creador —se detuvo —. Elijah Mikaelson.

Ahí fue cuando Alexandra entendió a lo que se refería la mujer al decir que «estaba relacionada» con el vampiro Original. Ciertamente, no le había mentido en ese aspecto. No obstante, no dejaba de parecerle extraño que el conde tuviera tantas ganas de conocerla, además de su estatus como cabecilla de la manada Crescent. Esa sería la única razón por la que se imaginaría que querría conocerla. Pero ella sabía una de las bases entre la relación de los vampiros y los hombres lobos. Entre ellos no se llevan bien.

Siendo la excepción —algunas veces, la familia Original.

—Lo pensaré. —fue lo único que se le ocurrió responder al momento, puesto que, algo era obvio. Aya Al-Rashid no se iría sin tener una respuesta por parte de la mujer lobo. La vampiresa bajó la mirada sonriendo para luego tomar una inhalación mientras se levantaba con seguridad. Alexandra no le quitó la mirada de encima para cuando la mujer se dirigió al pasillo que conectaba con la salida.

—Creo que estarás muy complacida en asistir, quizás quieras conocer más sobre tu especie —se detuvo unos pasos de la salida de la sala —, sobre lo que realmente eres.

Finalizando aquellas palabras vio alejarse a la mujer hasta escuchar como la puerta de entrada era cerrada indicando que había abandonado la casa. Sin embargo, Alexandra no se movió ni un centímetro para comprobar aquello. Su mente solo quedó fijada en las últimas palabras que la mujer le ofreció, su mirada dirigió hasta el sobre que reposaba sobre la mesa hasta que sus pies la llevaron hasta ahí, luego de tomar el sobre y abrirlo leyó el contenido sobre la tarjeta.

³ 𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora