v. snake's nest

1.2K 108 13
                                    

capítulo cinco: el nido de la serpiente

capítulo cinco: el nido de la serpiente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Incomodidad.

Esa era la clara palabra que describía a Alexandra Labonair en aquel momento. Pocas veces en su vida se había sentido de esa manera, eran contadas sin duda, por lo que aquella ocasión entraba en ellas. A pesar de que el lugar que la rodeaba daba un aire de elegancia absoluta y un costo innumerable, eso no era la raíz de su incomodidad.

Las miradas de las personas sobre ella si lo eran.

Cada par de ojos que la rodeaban la escudriñaban de una manera que la palabra fuera de lugar se quedaba corta. Ella en definitiva no pertenecía ahí. Sin embargo, la joven lobo no se dejó vencer por aquellas miradas, a pesar de que por un instante llegó a sentirse el ser más pequeño dentro de la sala, recobró la compostura recordando que no podía parecer presa fácil ante ellos. Aunque por dentro la joven Alfa fuera un desastre, por fuera debía mantener el orden y la calma que la caracterizaban.

Alexandría Labonair —pronunció su nombre de forma calma y segura. La joven miró en dirección de donde provenía la voz encontrándose con un rostro que le ofrecía una casta sonrisa, la superioridad y la elegancia eran parte de él. El hombre se acercó lo suficiente —. Es un placer finalmente el conocerte —buscó la mano de la joven con la suya para depositar un beso en el dorso de la misma. Aquella formalidad la llevó a pensar en el único hombre que conocía que actuaba de esa manera —. Espero no tengas problema en que me refiera a ti con tu nombre verdadero.

—No, en lo absoluto —replicó. El hombre sonrió complacido cuando se irguió nuevamente —. Asumo que eres Tristan de Martel —el vampiro asintió con suavidad —. Quisiera decir que el gusto es mutuo, pero en realidad, no sería honesto de mi parte.

Tristan sonrió aún más mientras soltó una suave risa por la nariz.

—Eres exactamente como me contaron, Alexandría —aseguró. La joven no dejó de analizarlo con la mirada, él quería transmitir en cada palabra una calma absoluta que Alexandra no parecía sentir. Todo lo contrario, sus palabras la hacían sentir cada vez más inquieta —. Veo que te a gustado el vestido. —halagó más la lobo solo se limitó a darle una sonrisa de incredulidad absoluta. El hombre parecía informado, eso estaba claro, por lo que empezaba a creer que aquella invitación no era más que una demostración de poder.

Quien tiene el conocimiento, tiene el poder.

»Me disculpo por ese atrevimiento de mi parte, pero al ser una invitación de último momento me tomé la libertad de quitarte ese peso de encima —disculpó —. Te ves hermosa, cabe destacar.

—Señor de Martel...

—Tristan, por favor. —interrumpió a lo que Alexandra le sonrió nuevamente sin mostrar ni un diente.

³ 𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora