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♡∙ 𝗶'𝗺 𝗶𝗻 ∙♡
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Inicia un nuevo mes y con ello: nuevas metas. Hablé hace un par de días con Noah sobre entrar de nuevo a la universidad para hacer una maestría, eso nos ayudaría más a la hora de encontrar trabajo ¿no?

— Entonces, Noah, ¿qué dices si nos presentamos a final de mes? –pregunté con cierta emoción.

— Puede ser... Suena como una buena opción. –me miró al decir la última palabra.

— ¡Claro que lo es! Sólo debemos verificar cuáles son los pasos a seguir y hacerlos; buscar los documentos requeridos y ya está, presentarnos el día que nos indiquen. 

— Lo haces sonar tan sencillo, que creo cualquiera te cree que ese proceso es así de simple. 

— Realmente lo es... ¿o acaso miento? 

— Sí, lo es, pero no tanto. –pausó– ¿Cómo estás de dinero?

— Uhm, me falta poco para completar la cantidad total de lo que me gastaría ¿y tú? 

— Es decir, tenemos lo suficiente para entrar a fin de mes, ¿cierto? –su tono me decía que quería estar seguro de la decisión a tomar.

— Cierto. –le sonreí para tranquilizarlo un poco– ¿Entonces? ¿lo hacemos?

Esa mirada la conozco... — ¿Hacerlo? Después dices que soy yo el que siempre pasa caliente... –sonrió a medio lado.

— Noah, por favor, sabes de qué hablo. –mis mejillas ya me delataban.

— Hagámoslo, Danie. Esa maestría nos caería de maravilla. 


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La universidad era realmente asombrosa, la infraestructura me hacía sentir en una película. Las personas que asisten a ella eran... Simplemente bellas. No tengo complejos ni nada, me amo como soy, pero viendo a ciertas chicas aquí, quisiera vendarle los ojos a Noah; por otro lado, hay muchos chicos guapos y con estilo; perfectos para deleitar los ojos, aunque los míos solo tengan un dueño. 

Dicho dueño camina a mi lado con un estilo único que me provoca quitarle la ropa. — Hey, cuidado. –me susurra él muy cerquita a mi rostro.

— ¿Con qué? –me hizo señas con sus ojos, y bajé mi mirada– Oh, oh.

— ¿En qué pensabas, linda? –ladeó su cabeza un poco.

— En nada, realmente, sí. –titubeé.

— Sabes que no se te da lo de mentir, ¿no es así? –rió tiernamente.

— Noah, no es mentira... Yo-yo de verdad tenía la mente en blanco. –hice una mueca.

𝗜'𝗠 𝗕𝗔𝗖𝗞  ›  𝗻𝗼𝗮𝗵 𝗯𝗲𝗰𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora