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♡∙ 𝗮 𝗳𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱, 𝗵𝘂𝗵? ∙♡
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Me encontraba en otra de esas cenas repentinas familiares que solíamos hacer con los Beck. Las cosas con Noah no habían mejorado desde esa tarde, en esas se fue medio mes y la verdad también tengo mi orgullo y no fui yo la que hizo algo malo, por tanto, no debo porqué buscarlo para arreglar las cosas.
Sí tengo claro que las relaciones se basan en la comunicación, pero cada persona tiene un límite y sabe lo que vale. Es lo que hago en estos momentos. Amy me comentó a medias que Noah había admitido estar celoso de Ian, cosa que me parece primero que todo ridícula y segundo, chistosa. ¿Por qué lo estaría? ¡Ian no me gusta! No es mi tipo. Ahora mismo podrían ponerme al hombre más lindo del mundo frente a mí y escogería a Noah, así de segura estoy.
— Noah, ¿me pasas por favor la salsa? –vi a mamá estirar su brazo y fallando en el intento.
— Claro, aquí tienes.
— Oh, por cierto, ¿ya tienen fecha definida? –mamá miró a Amy y a Noah.
— Sí, ya él tiene todo listo, sólo le falta organizar la maleta.
Ambas rieron. — Estoy orgulloso de este nuevo capítulo para la vida de él, de verdad no sé cómo explicar este gran paso. –dijo Tim con sus mejillas tornándose un tanto rosadas.
— Disculpen, ¿cuál paso? –pregunté antes de morir por la duda.
— Ay Danie, ¿cómo así que cuál paso? –dijo incrédula Amy.
—Sí, bueno, parece que soy la única que no está enterada de algo... ¿De qué me estoy perdiendo?
Un silencio un triz incómodo se apoderó del lugar. — Noah ¿tú no le... ?
—No, mamá, no le dije. –dirigió su mirada firme hacia mí– Soy el gerente de la nueva franquicia en Denver y por obvias razones debo irme de aquí.
Y así me lo dijo, con esa frialdad que no le conocía, con ese cinismo completamente nuevo para mí. Sin duda no es el Noah que conozco y vaya a saber quién dónde lo dejó.
— Oh, veo... ¿debería felicitarte? –pregunté adoptando su tono y actitud; él encogió sus hombros– felicidades, supongo. ¿Desde cuándo te asignaron? ¿es posible saber?
— Claro que sí, hace un mes. –me sonrió de lado.
— Ah, vaya. ¿De casualidad pensaste en algún momento decírmelo? –bajé un poco mi guardia.
— Lo pensé pero luego... Luego supe que no valía la pena. –levanté mi ceja en modo de pregunta– Quiero decir, no quería estropear tus planes con el tan adorado profesor Ian.
— ¿Es en serio, Noah?
— ¿Qué cosa? –se hizo el que no sabía nada.
— Bien, espero que te vaya de maravilla en tu nuevo cargo. –giré mi torso hacia sus padres– Me alegro por ustedes, por la apertura de esa nueva franquicia. Confío en que les traerá muy buenos resultados, estoy segura que las personas que contrataron son competentes y ayudarán en ese nuevo proyecto.
Me levanté suavemente de la silla y emprendí un camino lento a la cocina para buscar agua pero antes de salir por completo de la sala escuché a mamá decir algo.
— ¿Caitlin será el apoyo de Noah? ¡Increíble! ... Una amistad de tantos años, claro, lo hace mejor en el trabajo; la comunicación, el ambiente, es maravilloso. –