┏━━━━━━━━━━━━━┓
♡∙ 𝗶'𝗹𝗹 𝘀𝗮𝘆 𝗶𝘁 𝗮𝗴𝗮𝗶𝗻 ∙♡
┗━━━━━━━━━━━━━┛
El cuerpo humano es increíble y, por ende, es algo que nunca comprenderé, ni tampoco haré el esfuerzo en hacerlo. Tenía tres meses de embarazo cuando llegué esa noche a casa, al no creer en las dichosas pruebas le pedí a Noah ir con el médico al siguiente día y así hacer una prueba de sangre; en efecto me confirmaron el embarazo. Recuerdo que Noah estaba literalmente loco, casi tanto como yo, porque nunca tuve indicios de estar en ese estado, mi período venía con regularidad, no tuve nada de náuseas ni nada por el estilo.
Fue gracioso ver la reacción de Noah al saber la noticia, como lo será cuando sabremos el sexo del bebé. Él está sosteniendo mi mano ahora mismo, acariciándola por encima.
— Este líquido no me gusta, es muy frío y me causa cosquillas. –musité para él y para el médico.
— ¿Eh? ¿Cuándo... –preguntó Noah.
— Mi amor, recuerda cuando tuve a Vic... –le recordé.
— Oh, sí, cierto. –se pegó tiernamente en su frente con la palma de su mano.
— ¿Lista? –preguntó el médico.
Asentí y al instante él empezó a mover el aparato por mi vientre, podíamos ver la figurita de nuestro bebé. Escuchábamos su corazón latir. Escuchamos al médico soltar un pequeño «oh, uhm» y eso me puso alerta.
— ¿Pasa algo? –pregunté.
Asintió. — Definitivamente pasa, ¿sí escuchan? –preguntó mirándonos a los dos para luego dejarnos escuchas cómo de repente los latidos del bebé se escuchaban diferentes a como hace unos segundos.
— ¿Qué quieres decir eso? –preguntó Noah.
— Eso quiere decir que... –asentí repetidamente mirando al médico para que me confirmara lo que estaba pensando.
— Sí, Danielle, son dos. ¡Felicidades!
— ¡¿Son dos?! –reaccionó Noah segundos después. El médico y yo asentimos, él dio pasitos rápidos hacia mí para llenarme la cara de besitos; me miró, me sonrió y me besó– te amo, te amo tanto.
Al darles la noticia a nuestros padres, todos se volvieron locos: gritos por aquí, gritos por allá, lágrimas venían y lágrimas iban. Mi mamá y Amy preguntaban cómo era posible tener tres meses con gemelos y que no se me notara, pero mi única respuesta era que, al no estar consciente de la situación, mi cuerpo no reaccionaba ante el embarazo, por lo que quizá ahora sí empiece a notarse.
Reunidos en el patio trasero de la casa de los Beck empezamos a planear una fiesta para saber los sexos de los bebés y por ende, se desató el pequeño debate de quiénes querían que fuesen niños o niñas, o quieres querían o creían que serían niño y niña; los posibles nombres también salieron a flote. Definitivamente algunos no sonaban lindos del todo, para nada llamativos.