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♡∙ 𝘄𝗲 𝘀𝗮𝗶𝗱 𝘆𝗲𝘀 ∙♡
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Han pasado dos años desde que Noah y yo estamos comprometidos. Queremos casarnos a finales de junio porque es el tiempo en el que daremos vacaciones a los trabajadores en ese mes, así que estaríamos totalmente libres. Afortunadamente el proyecto fue todo un éxito y gracias a ello, nuestra empresa entró en la lista de las diez más generadoras de empleo y productos en el país.

Caitlin fue despedida a al año y medio de mi ingreso por su misma culpa. Sinceramente hice mucho por no despedirla y tratar de comprenderla, pero ella empeoraba las cosas siempre. Noah llegó a fastidiarse de su comportamiento y en completo silencio fue buscando un reemplazo para ella, al principio fue complicado, pero le sugerí que pensara en Maddie, quien me inspiraba mucha confianza en todo y aparte llevaba un buen tiempo en la empresa, como supe.

Jack seguía estando a mi servicio, Noah a veces se ponía celoso porque Jack era muy atento, pero sólo era cuestión de recordarle que era su trabajo estar al pendiente de lo que yo necesitara. Un muy buen trabajador, sin duda alguna; alguien que se ganó mi confianza desde el primer día.

Con los demás empleados nunca hubo problemas, todos eran realmente muy amables con todo el personal sin importar rangos y eso era, en un principio, la base del éxito de la empresa.

Ahora bien, si se preguntan por las familias... Sobre Victoria, está grandecita e igual de bonita. Sus ojos no cambiaron y su cabello es abundante, y divino. Seguía siendo un copito de nieve. Para tener tres años y medio, era demasiado inteligente; no me extrañaba, ambas familias –la de Jake y nosotros– éramos inteligentes, así que tuvo de dónde sacar. Ella sería nuestra damita en la boda.

Me decía prima Danie y a Noah, primo Noah. Antes no sabía pronunciar bien el nombre de él, por tanto, le decía primo Noh. Noah moría de ternura y se sonrojaba cada vez que la escuchaba. Se veía tan precioso, me enamoraba más cuándo lo veía sonrojarse por cosas así. Me hacía imaginar cómo sería con un hijo nuestro. Él sería un buen padre, me lo demostraba por cómo trataba a Vict.

— Amor, llegué. ¿Dónde estás? –lo escuché.

— Arriba, ya bajo. –le respondí. Salí de la habitación para bajar a verlo, pero me lo topé en las escaleras.

— ¿Cómo estás? ¿cómo te fue? –pregunté, abrazándolo y dándole un beso corto.

— Bien, a ambas. –rió y me besó– A que no adivinas.

— ¿Qué?

— Adivina, amor.

— No sé, ¿cuántas veces debo decirte que soy mala adivinando, Timothy? –entrecerré mis ojos.

— Ush. Tranquila, está bien. –frotó sus manos como si tuviera un plan macabro.

— Anda, dime ya.

— Tenemos fecha para la boda. –soltó, sin más.

— ¿Qué? ¿en serio? –asintió.

— Dentro de tres semanas.

— ¡¿Tres semanas?!

— Sí. ¿Qué pasa?

Me devolví a mi habitación y él me siguió. — ¡Debo conseguir un vestido ya!

Apenas dije eso, su risa de burla se escuchó por toda la casa. Olvidaba decirles, Amy y Tim se mudaron a un apartamento a unas cuantas cuadras de nosotros, y nosotros terminamos viviendo en la casa de ellos. Ambos insistieron en que debíamos quedarnos en la casa porque sería perfecta para ambos y que ellos necesitaban un lugar más pequeño.

𝗜'𝗠 𝗕𝗔𝗖𝗞  ›  𝗻𝗼𝗮𝗵 𝗯𝗲𝗰𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora