┏━━━━━━━━━━━━━┓
♡∙ 𝘂𝗵-𝗼𝗵 ∙♡
┗━━━━━━━━━━━━━┛
Seattle me había recibido muy bien, hacía buen clima a comparación de otras veces. Algún incidente se había presentado y por ello me encontraba en la franquicia; sólo espero no sea nada grave, de lo contrario, acabará con la poca tranquilidad que me queda.
¿llegaste bien?
sí, de hecho, ya estoy
entrando a mi oficina
pero me siento muy cansada
¿estuvo mal el viaje?
¿qué sientes?
no lo sé, en realidad
sólo recuerdo haber subido
al avión y de una caer
dormida...
¿no se te hace extraño?
digo, dormimos bien anoche
¿no?
pues no, quizá el estrés
de saber que ocurrió algo me
hace sentir así de agotada
oh, bueno, de pronto es eso
es lo más probable
sí, seguro
nada de qué preocuparse
jajaja
me estás avisando
cualquier cosa
¿bueno?
bueno, papi
¿papi?
ohhh, veooo
JAJAJAJAJA
Noah...
Danie...
te amo, hablamos
te amo
cuídate
Me senté en la oficina y revisé los documentos que me habían dejado; eran muchos para mi desgracia, porque con este cansancio y dolor de cabeza no era genial tener que leer, pero tenía qué, así que, sin pensarlo más, me dispuse a hacerlo.
Luego de tres cafés medianos terminé dicha lectura comprendiendo el asunto ocurrido, nada grave, fue más el alboroto que el problema en sí. Envié un mensaje de texto a mi asistente en esta ciudad pidiendo que enviara a las personas implicadas a mi oficina, esto se solucionaría hoy mismo.
— Buenos días, señorita Cox. –dijo un hombre de unos cuarenta entrando a la oficina.
— Buenos días, adelante. –contesté. Vi entrar a dos personas más detrás de este– Sigan, tomen asiento.
— Muchas gracias. –expresó una chica de unos veintitantos.
— De acuerdo, hagamos esto rápido ¿sí? Dejaré que ustedes me expliquen lo ocurrido, no los voy a interrumpir, pero sí les pido que sean honestos. –asintieron mirándome atentamente– Adelante entonces, quienquiera comenzar, soy toda oídos.