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♡∙ 𝘆𝘂𝗽, 𝗶 𝗮𝗺 ∙♡
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Me lancé a abrazarlo, pero algo me lo impidió. Victoria. Él pareció notarlo.
— Estás. Emb... –miraba mi barriga– ¿Estás embarazada?
— No, es una falsa. –me burlé y sus ojos, algo serios, llegaron a los míos– Sí, pero no es lo que estás pensando.
— ¿Quién es el papá? –lo noté tenso.
— ¿Quieres pasar? Lo hablaremos en mi habitación. –le di el paso y entró.
Empecé a subir las escaleras y mientras las subía, trataba de procesar la idea de que él estaba aquí; no me lo esperaba, él siempre viene para julio, agosto. Casi llegando a los últimos escalones, sentí que me faltaba el aire, así que me detuve en el antepenúltimo escalón y traté de recobrar el ritmo respiratorio. Sentí su mano posarse en mi espalda.
— ¿Estás bien? –preguntó bajito, pero con preocupación.
— Sí, es solo que, –respiré– me falta el aire. Tú sabes, se me dificulta un poco.
— Entiendo.
Seguí subiendo los dos que me hacían falta, llegamos al pasillo y fuimos directo a mi puerta. La abrí y lo dejé pasar primero. Caminé hasta mi cama, me senté con cuidado y con un poco de su ayuda; palmeé a mi lado para que se sentara también. Me miró fijamente.
— Antes que empieces, ¿cómo estás? –preguntó.
— Pues ya ves, embarazada. –rió y negó con su cabeza– Estoy bien, Timothy. ¿Y tú?
— Estoy bien, también. Feliz de verte. –me sonrió.
Oh, esa sonrisa, no. Mi debilidad. Era tan hermosa.
— Yo estoy más feliz por eso. –solté un suspiro– Te extrañé tanto, tanto.
— Y yo a ti. –tomó mi mano derecha y la besó.
— Yo, ehm, te contaré. –sentí su tensión cuando me apretó un poco la mano– No es lo que piensas, ¿va?
— ¿Qué es, entonces? ¿quién es el papá?
— Es James, el esposo de mi tía.
— ¡¿Te metiste con el esposo de tu tía?! –abrió sus ojos con una pizca de desconcierto en ellos.
— No, Jam... –me interrumpió.
— ¿Entonces?
— Solo escúchame, ¿sí? –asintió– No me metí con él, sabes que no soy ese tipo de chicas, y me sorprende que hayas creído eso. Tampoco me metí con alguien, de hecho, he estado sola desde hace buen tiempo. ¿Recuerdas que alguna vez te hablé de lo mal que la pasaba mi tía después de la noticia que le dieron? Que no podía tener bebés... ¿Lo recuerdas?
— Sí.
— Bueno. No me gustaba ver a mi tía así de triste y desanimada, ella era muy joven como para echar a perder toda su vida llorando y esas cosas. Me dolía demasiado verla así. También a mi tío James, él intentó con varios tratamientos para que se les diera la oportunidad de tener un hijo. Entonces pensé que ellos han sido demasiado pero demasiado especiales conmigo. Ellos me han querido como si fuera su hija, por eso decidí que yo tendría a su bebé por ellos. Fuimos al hospital para que me hicieran los exámenes de compatibilidad, cosa que era lo único que me importaba. –reí– Si salían negativos pues, no podría hacer nada. Afortunadamente salieron compatibles y un mes después, procedieron con todo el proceso, ya sabes, lo de él con lo de ella, y luego todo eso en mí.
