Rotos

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Durante tantos años hemos estado tan rotos, gracias a las acciones de los demás, por nuestras ideas tan tontas y por miedo a la verdad. Nos rompemos cada vez más, aunque no lo parezca o no lo sintamos. El estar roto es mental y sentimental.

Dicen que cuando amemos, hay que amar todos los pedazos de esa persona. En la actualidad hay más personas rotas que estables. Nos rompen con opiniones, los primeros en rompernos sin darse cuenta son nuestros padres. Desde muy pequeños nos regañan por ser como somos, nos juzgan porque demostramos lo que hay en nosotros. Desconfían porque no les contamos todo, cuando ellos nos regañan por cosas sin importancia.

Nos rompemos un poco más al ser el centro de burla, por pequeños defectos que solo ven los tontos, pero nosotros somos un poco más tontos por hacerles caso. Nací con un problema auditivo, un oído es normal, el otro es pequeño y sellado. Lo que es visto y conocido, como escuchar solo con un oído. Siempre tuve que sentarme enfrente de toda la clase, gracias a esto.

En parte ayudaba, pero en otra no. Aunque solo escuchaba con un oído, desarrolle un poco más la audición y el cerebro también. Por esto tuve que acudir a terapias de habla, y psicológicas, porque había probabilidades de que no pudiera hablar y sufrir problemas mentales. Sufrí durante años el famoso bullying. Eso me rompió y me hizo fuerte, pero también desde corta edad aprendí, a ser reservada.

Cae otro pedazo más de nosotros cuando hacemos caso a lo que nos dicen, cuando lo creemos y dejamos que nos afecten los comentarios. Las traiciones, mentiras, engaños, desconfianza, habladurías, nos rompen, aunque lo disimulemos. A pesar de estar rotos, debemos aprender amar nuestras pequeñas partes.

InconclusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora