21:30

6 5 0
                                    

Ante mí, se consumió tu último respiro, se apagó el brillo de tus ojos, tu rostro perdió el color que me encantaba apreciar a la luz del día, y que soñaba por las noches.

El recuerdo de cada detalle tuyo me atormenta cada día, duele saber que no pude hacer nada ante tú perdida, más que solo consumirme en la miseria y dolor.

Ahora que te has ido ¿Qué puedo hacer?

Sufrir es algo cotidiano, lamentarse es costumbre, llorar es casualidad, pero adaptarse al dolor no es fácil o normal. ¿Qué es lo que debo hacer entonces?

InconclusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora