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Tenemos fechas importantes o al menos tenemos algunas que marcaron nuestra vida para bien o para mal. Cada año se repite y recordamos con melancolía cada detalle, como si hubiese sido el día anterior. Puede que esta fecha la hubiésemos planeado con tiempo y que al final nada saliera como lo deseamos o lo planeamos. Las fechas se repiten, pero el entusiasmo suele desaparecer lentamente, hasta el punto de que ya no sea importante, sino que solo un simple detalle sin importancia o razón.

Cuando la razón advierte y el corazón niega, se suele perder un poco de nuestra identidad, identidad por la que luchamos encontrar día a día. Solemos dejar que las influencias recaigan sobre nosotros con el fin de "Encontrarnos". En ocasiones funciona, pero en otras solo sirve para perdernos más del camino, un camino que encontramos poco a poco a consecuencia de caídas, decepciones, dolores y recuerdos.

Todos somos un camino que, al conocer una nueva persona inadvertidamente juntamos nuestros caminos, pero deberíamos saber que las personas suelen ser pasajeras y muy pocas permanentes, todos tenemos una caducidad en nuestra vida. Cada persona que ingresa a "Nuestro camino" deja un bache que tenemos que solucionar o simplemente rellenar con algo más.

InconclusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora