15

6 4 0
                                    

Era una noche fría y oscura, las estrellas no brillaban, se avecinaba un efecto lunar. El pobre hombre con un corazón lastimado caminaba por las solitarias calles de la ciudad. Levanto un solo momento su rostro encontrando un cartel iluminado con pequeñas luces neón. A pesar de su dolor, la curiosidad le embargo, empujo la puerta dando lugar a un pequeño bar. Al entrar encontró pocas personas, pero todas con un dolor emocional que ocultaban tomando de sus copas con tragos inventados. Al ser un bar nada reconocido, tenían la oportunidad de crear nuevos tragos ocultos.

Camino a la barra, teniendo una buena vista de la luna, gracias a una ventana. Los que estaban de turno, al verlo entrar sintieron simpatía por el hombre. Sintieron el dolor con el cargaba, ambos se voltearon a ver y la chica se acercó con algunos envases en mano. En silencio mezclaba las bebidas, el hombre no le veía. Pero ella podía sentir el gran dolor que cargaba el hombre, al tener listo el trago se lo dio en la mano.

-Yo no pedí nada –La señorita, solo asintió y le volvió a extender el trago -¿Por qué? –La mujer le brindo una pequeña sonrisa -¿Cómo se llama? –Exclamo el hombre señalando la bebida –"Sofocating love" –en la mano que tenía el trago la extendió hacia ella -¿Por qué? –la chica asintió, pero el hombre no entendió porque realizo esa acción.

-"Sofocating love" –La chica hablaba como si saboreara cada palabra –Cada sentimiento que carga son representados en este trago, el dolor, desilusión, decepción, sufrimiento y muchos relacionados con ¿Amor traicionado? Nosotros aunque no somos conocidos, nos destacamos por nuestras creaciones espontáneas basadas en nuestros clientes. Los que llegan a este lugar por algo es ¿No?

El hombre sorprendido, bebió el contenido. Se sorprendió mucho más, al sentir el licor quemar su garganta, pero dejar un sabor dulzón. –El dolor es amargo, pero el final es un dulce adicto –La chica, se retiró después de estas cortas palabras. El hombre aún sorprendido, se le quedo viendo a la bebida como si fuese mágica. En silencio bebió un trago más de la copa. Levanto el trago hacia la ventana, señalando la luna y en un pequeño susurro hablo –Un trago más, para olvidar nuestro sofocante amor, mientras vemos dos lunas unirse, para pactar nuestro sufrimiento eterno.

Antes de irse dejo una pequeña nota bajo la copa. Al cerrar el local y limpiarlo, la chica levanto la copa y encontró la nota –Gracias, por "Sofocating love". –La chica se emocionó como una pequeña niña. Guardo la nota en su delantal y terminaron de cerrar el local apagando las luces. Al siguiente día el hombre volvió a ir al local, pero su sorpresa fue grande al no ver nada.

Se acercó a la vecindad del local, encontrando a una pequeña niña -¿Necesita algo? –El hombre se debatía mentalmente, pero al final asintió -¿Sabes algo del local vecino? –La pequeña niña sonrió emocionada –Ese lugar no ha sido habitado, pero muchos dicen que ciertas personas que cargan un gran dolor, encuentran un bar en el que les dan de beber su dolor. Cada bebida tiene un origen, pero no un indicio de realidad. Cuando le buscan, no le encuentran y así es el final.

La pequeña niña contaba la historia como si fuese la realidad más fantástica -¿Es decir, que mi dolor me llevo a ese lugar? –la niña asintió, el hombre confundido salió del lugar. Volvió a entrar al lugar, encontrando una copa, pero no cualquier copa, la que encontró era la suya. Se acercó curioso y encontró una nota bajo la copa -"Sofocating love", sé que eres tú. El dolor te guio aquí, cuando las lunas se unen sellan un pacto en el alma. Y tu querido, has sellado el pacto. Eres libre de tus penas. Disfruta la vida.

El hombre sintió que lo veían, pero no había nadie aparte de él. Salió del lugar confundido, pero lo que él no sabía era que dentro del lugar no estaba solo, los chicos que estaban en turno y sintieron su dolor le veían sonriendo. Porque había olvidado su dolor, sellando una promesa inconsciente que le libro del dolor. Ambos chicos al verlo irse, se vieron y asintieron. Una trabajo más completado.

Ambos eran prodigios ayudantes. Los chicos, aunque eran cortos de edad, eran expertos en ayudar a las personas con grandes dolores. Eran prodigios ayudantes de los humanos. Seres que han sido buenos, pero lastimados. Almas que ayudaban a ser felices, llevándose el dolor.

InconclusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora