Inconcluso

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Deje de responder, deje de ver, me enfoqué en mí, dañándome en el proceso. Los mensajes, llamadas e incluso libretos se borraron, los elimine como si fuesen hojas en una hoguera de fuego. El fuego consume, pero también hace cenizas, cenizas que nos dan la oportunidad de renacer. El dejar de responder, de estar fue mi decisión o quizá daños colaterales de la vida.

Todos tenemos efectos y defectos, luchas y perdidas, eh visto sufrir a tantas personas, luchar por sus hijos, proteger sus bienes para que al final las esposas o mujeres se gasten el dinero en alguien más, en un tercero. Morir es descansar de los tormentos, pero al morir se dejan muchos cabos sueltos que lastiman a los que queremos, guardamos secretos que al final se revelan.

Las culpas y odios nacen, terminando por matar la esperanza o haciéndola más fuerte, las responsabilidades nos dan una carga que preferimos evadir para seguir, pero que al final debemos aceptar porque sin evitarlo llegan. El estar y responder me hicieron desaparecer, me perdí. Lo admito, pero porque si yo lo admito ¿Por qué los demás no? Nos cerramos mucho en nosotros mismos, que empezamos a perdernos dentro de nuestros miedos y preocupaciones.

Lo irónico que hacemos esto para protegernos y solo terminamos lastimándonos ¿A caso eso tiene sentido?

 Mejor dicho ¿Tenemos sentido?