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La mente crea diversos surrealismos de la realidad, con el fin de sobrevivir a la realidad. El cerebro es un tema complejo del ser humano, porque, de ahí erradica nuestro movimiento y pensamiento. Como humanos siempre queremos llenar los espacios en blanco con la ciencia. Y en su punto, la ciencia los logra llenar. Marx y Engels, junto con otros científicos, explican que todo lo que existe es gracias a la ciencia. Pero tienen problemas con el idealismo del ser humano. Porque no hay ciencia para un corazón roto, un engaño, una alegría o los sentimientos que surgen inesperadamente.

La mente es un complejo único y personal, pero los sentimientos son circunstancias alternas de la mente. En ocasiones la mente se desestabiliza y en esos momentos creemos lo que no es, e incluso altera nuestra realidad. La ciencia es parte de la vida y la vida parte de la ciencia. Ambas tienen bases distintas pero muy semejantes hasta cierto punto, pero la ciencia y la vida son un círculo vicioso, porque uno no puede existir sin el otro, por más conocimiento que tengamos, no significa que estamos en nuestro potencial más alto.

La ciencia del corazón, en sentido figurado tiene un campo extenso, pero solo es comprendido para el que aprende y no retiene. 

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