Weon Hinata weon

𝐃𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐭𝐚𝐫

Narra T/N

Estaba durmiendo tranquila, soñaba que Pablo de los backyardigans era un dictador y yo debía recuperar la democracia, estaba a punto de dar un discurso político con Susi la oveja de Peppa cuando Yukie me despertó.

—WEONA ESTÁ LA ZORRA DESPIERTA—. La chica me despertó pegándome con una almohada. Me saqué las lagañas de los ojos y me senté en la cama.

 Yachi me pasó su celular, había gente protestando en todas partes, habían pacos en cada esquina y habían quemado estaciones de metro.

—Estamos en estado de emergencia weona—. Kaori comentó mientras tomaba un café helado. 

—Acabo de reinstaurar la democracia y ya está la zorra—. Suspiré agotada y me volví a acostar.

—Que chucha estay hablando—. Yukie me miró raro.

—Filo, voy a tomar desayuno—. Avisé, me levanté y caminé al baño para lavarme la cara de zombie, me puse un poleron y bajé a la cocina.

En el comedor pequeño de la cocina estaban los tres liberos, Kuroo, Bokuto, Tanaka y Sugawara conversando, Kai estaba preparando café y Daichi hacía huevos mientras Asahi veía las noticias.

—Buenos días princesa—. Mi abuelo me sonrió al llegar a la cocina. 

—Hola tata—. Saludé abrazándolo. —Hola chiquillos—. Le dijo al resto y todos le respondieron con cariño, puta que son lindos.

—Supongo que van a ir a protestar más rato—. Los animó mientras apuntaba a la tele donde pasaban las noticias.

—Eso estamos viendo—. Sugawara respondió desde la mesa. 

—T/N siéntate yo te sirvo desayuno—. Asahi se había parado y puso una mano en mi hombro. —Gracias Asahito—. Me pusé en puntitas para besar su mejilla y luego fui a sentarme junto a Kuroo.

—Ya mira ayer en la noche me llamó un amigo y me dijo que había ido a protestar, dijo que fuéramos organizados y en grupo así que cuando vayamos lo voy a llamar para que nos juntemos y seamos más—. Explicó Kuroo mirándome.

—Ajá—. Me limité a decir, aún no tomo mi café, no estoy funcionando correctamente.

—Toma—. Kai me entregó una taza con café y le di un sorbo rápido.

—Weon la forma en que me meo a los pacos culiaos es impresionante—. Una voz familiar habló desde la puerta a la cocina.

—¡KONOHA!—. Corrí a abrazar al chico.

—Me estás asfixiando—. Murmuró mientras lo apretaba con todas mis fuerzas. —Me importa un pico, abrázame—. Ordené y Akinori rió.

—Perdón—. Sonreí inocente y volví a sentarme. Asahi me trajo pancito con huevito revuelto y orégano para darle un toque master chef.

Konoha se nos unió y se sentó a hablar con los cabros, yo estaba interesada en la conversa, pero, mis ganas de dormir doce horas estaban aún más intentas y juro casi dormirme encima de mi pan.

—T/N anda a bañarte—. Bokuto me habló, ni caché cuando apareció al lado mío.

—¿Estoy hedionda?—. Hice un puchero, en vola fueron los peos de anoche o el sopeadito del calor.

—No mi reina, estay con una cara de sueño del pico—. Se rió explicándome y me desordenó el pelo, de mal gana me paré y me fui al baño.