Weon Hinata weon

𝐂𝐚𝐦𝐢𝐧𝐨 𝐚 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐢𝐚𝐠𝐨

Narra T/N

—¡HOLA TÍA!—. Saludó Tanaka gritando. —¿Cómo anda tía?—. Ahora fue Nishinoya, quien llegaba junto al peladito.

—Hola mis niños—. Mi mamá los saludó mientras ponía un bolso en el auto. —¿La ayudo tía?—. Yuu se ofreció con una sonrisa.

—Si pudieras traer los bolsos que están en el pasillo sería bacán.

Yo escuchaba todo desde mi pieza mientras me terminaba de arreglar. Me desenredé el nudo culiao del pelo, me tiré colonia por si me besa, por si me abraza y por si se pasa y bajé a saludar.

—¡RAYI!—. Tanaka corrió a tomarme en brazo y a hacerme girar, como si no me hubiera visto en años.  —Hola peldain—. Le dí un besito en la pelada y me bajó, apenas toqué el piso unos brazos rodearon mi cintura por detrás.

—T/N—. Los brazos me apretaron con todas sus fuerzas. —Hola Yuu—. Reí apretando sus brazos con los míos.

—T/N ¿HECHASTE LAS TOALLITAS CON ALAS?—. Mi mamá preguntó con un grito. —SÍ—.

—¿Qué son las toallas con alas?—. Preguntó Nishinoya. —Son las weas pa la regla que como que abrazan al calzón—. Tanaka explicó. Mish, algo cacha el cabeza de tete.

—¿Lo abraza?

—Sipo aweonao si la toalla no anda por ahí flotando.

—Yo pensaba que se metía.

—Esos son los tampones—. Expliqué divertida, abrí la puerta del auto y tiré mi mochila en el pie de los asientos traseros. 

—Voy al baño y partimos, no quiero llegar tarde—. Mi mamá comentó mientras salía de la casa con el último bolso. —Yo igual quiero ir al baño—. Tanaka y Nishinoya dijeron al mismo tiempo.

Ambos chicos partieron corriendo al baño, supongo que para ver quien llega primero. Mi mamá fue al baño de su cuarto así que los weoncitos tendrían que pelearse por el baño de visitas. Yo entré calmada y subí al baño de mi pieza. 

Cuando terminé de mear posé un rato al frente del espejo y luego me peiné por milésima vez en el día, cuando salí estaba Nishinoya en mi pieza.

—¿Qué haces acá?—. Pregunté confundida.

—Hermano tu casa es gigante, en verdad es como que cagaran plata.

—Mi mai se saca la cresta no más po.

—Si cacho, es bacán.

Caminé hasta donde estaba el libero, ambos miramos las fotos que tenía pegada en mi pared.

—Puta que me gusta esa foto—. Dijo apuntando una en la cual salía él apretándome las mejillas.

—Es bonita.

—Cómo tu po.

—Ya simp—. Lo empujé divertida, me pone nerviosa este weoncito y no sé como responderle a sus comentarios jotes.

—CHIQUILLES APUREN QUE HAY QUE IR A BUSCAR AL KOSHINO—. Mi mamá grito, Noya y yo bajamos la escalera rapidito y nos encontramos con Tanaka.

—T/N—. Ryu me dijo rojito.

—¿Qué pasó.

—Tapé el baño.

Narra Yamaguchi

—TSUKKI PRECIOSO MI NIÑO BONITO MIRA QUE ERI APRETABLE MI COSI COSI—. Mi mamá le estaba apretando los cachetes al Kei quién estaba con la sonrisa más forzada del año.