Weon Hinata weon

𝐄𝐥 𝐝𝐢́𝐚 𝐬𝐢𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞

Narra T/N

—No abrai la cortina po—. Pedí abrazándome a Sugawara. Llevo veinte minutos intentando volver a dormir porque no aguanto el dolor de cabeza, pero Asahi insiste en que debo levantarme.

—T/N mañana nos vamos a Santiago teni que hacer las maletas—. Me pidió con voz suave pero la escuchaba como si estuviera gritando.

—Las hago hoy a las 11:59.

—Eso es casi mañana.

—Pero es hoy.

—T/N cállate un rato—. Sugawara susurró. Ayer me quedé dormida con Koshi en mi cama, no recuerdo el cómo ni el porqué, pero aquí estamos.

—HOLA MIS NIÑOS PRECIOSOS—. Mi mamá entró gritando con una bandeja llena de comida. —Chucha verdad que están con caña—. Susurró dejando la bandeja en el piso.

Me arrastré para bajar de mi cama y luego me seguí arrastrando hasta tomar mi taza de café, Asahi se sentó en el piso junto a mi a tomar desayuno.

—¿Suga vai a comer?—. Pregunté mientras me tomaba la pastilla para el dolor de cabeza. —Quiero desaparecer—. Se quejó apretando su carita contra la almohada.

—Tení que comer po aweonao—. Lo reté mientras llevaba mi pancito con queso a mi boca.

—No me digai aweonao que ando sensible—. Me miró con cara de guagua, ay si es más lindo.

—Puta que son insoportables—. Asahi suspiró mirándonos decepcionado.

—Perdón—. Dije sonriendo. —¿Un asaito?—.

Narra Nishinoya

—Tata ya te expliqué que el Lunes me voy pa Santiago con los cabros—. Le recordé al viejito mientras tomábamos desayuno juntos.

—Sí, ya te dije que tienes permiso, siempre y cuando no me pidai plata pa ir porque no tengo.

Puta que es tacaño debes en cuando, se lo gasta todo en sus sugar babys y jura que no lo cacho.

—¿De quién es la casa?—. Me preguntó sentándose junto a mi y mordiendo una manzana.

—Del abuelo de la T/N.

—Tiene plata el viejo, como para invitar a un grupo de adolescentes hambrientos.

—Sí, pero no es tema.

—¿Qué onda esa chiquilla?

Lo miré con una ceja levantada, dejé mi taza de milo en la mesa.

—¿A que te refieres?—. Pregunté, no le he contado nada al tata.

—¿Te gusta? ¿Es tu amiga? que onda po Yuu.

—Sí, o sea no, bueno sí.

—Habla bien po aweonao Noya.

Lo miré con cara seria y volví a tomar un poco de mi leche antes de que se enfríe. —Si, es mi amiga—. Expliqué sin querer dar mas información, si supiera que me gusta o algo así no pararía de wearme.

—Que pena.

—Cómo que pena.

—Que la chiquilla te guste y sea tu amiga po, perla.

Viejo culiao, no tendría que haber inferido tanto. Me quedé callado y me comí mi chiquitín.

—Vai a tener que llevar los calzoncillos decentes cabrito.