Scandals

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Capitulo 24
Scandals


Kurt observó nuevamente el lugar apretando con firmeza los labios. Era más decadente de lo que había imaginado, para nada glamuroso o siquiera alegre. Se preguntó por tercera vez en el día como es que había terminado yendo a ese desagradable lugar mientras arrugaba ligeramente la nariz. La respuesta llegó justo en ese momento a bordo de un auto elegante.

-Ahí está Sebastián – aclaró innecesariamente Blaine bajando del auto para ir en su encuentro- ahora vuelvo.

Sebastián Smythe el detestable amigo de Anderson, quien tenía una aparente necesidad de insinuarse a Blaine al menos una vez por minuto, había sugerido el “divertido” plan. O eso había mencionado Blaine ese mismo día durante la clase de francés, en la que por ser de las últimas del año escolar la profesora había puesto una película en ese idioma con un final obviamente trágico y deprimente.

Blaine, con el pretexto de ver mejor la pantalla, había girado su asiento en un ángulo en el que prácticamente estaba tras de Kurt, apoyándose en su respaldo, pues este también había inclinado su silla. Y en algún punto cerca del final de la película, cuando la maestra se encontraba concentrada en algunos documentos susurró:

-Tengo algo que decirte.

-Por favor que no sea nada sobre una enfermedad terminal – respondió Kurt en el mismo tono bajo, haciendo referencia a la película que veían, inclinándose un poco hacia atrás pero sin voltear el rostro a Blaine porque eso sería muy obvio.

-No, no es eso – respondió Blaine, Kurt podría apostar que estaba sonriendo.

-¿Nada de tragedias?-  insistió.

-No – aseguró Blaine

-Entonces creo que puedes decírmelo – aceptó.

-Está noche iré a Scandals.

-¿El bar gay? – preguntó siendo cuidadoso de bajar incluso más la voz, aunque nadie parecía prestarles atención.

-Sí- respondió Blaine.

-Creí que tenías que ser mayor de edad para entrar. – murmuró confundido.

-Si, es verdad, pero Sebastián conseguirá identificaciones falsas.

-¿Sebastián? – el sólo nombre provocó una sensación incómoda en Kurt.

-Me habló anoche para invitarme – explicó Blaine- no pude negarme después de prácticamente correrlo el otro día.

-Oh – después de todo sí era una tragedia -Bueno... Que te diviertas – respondió con molestia, recorriendo un poco su silla para alejarse de Anderson.

-Sé que no es tu estilo – dijo el otro acercándose de nuevo, está vez hasta apoyar su barbilla en el hombro de Kurt - pero ¿te gustaría acompañarnos?

-¿Quieres que los acompañe? – preguntó Kurt un poco más alto de lo que se había propuesto.

-Por supuesto – respondió Blaine.

Kurt agradeció estar de espaldas a Blaine para que no pudiera ver su sonrisa formarse.

-Suena divertido – respondió

-Genial, le enviaré un mensaje a Sebastián para que consiga otra identificación. – murmuró rápidamente Anderson para discretamente sacar su teléfono y escribir. Kurt sabía que al otro chico no le haría gracia la compañía y eso sólo acrecentó su sonrisa.

Pero justo ahora, mientras observaba a Sebastián intercambiar alegremente palabras con Blaine mientras le daba las identificaciones se dio cuenta de que las cosas también podrían jugar en su contra si no tenía cuidado y dejaba que Sebastián acaparará la atención de Anderson, o peor, algo más.

Destino y voluntadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora