CAPITULO 2:
SOY GAY-¿Piensas inscribirte a algún club? - preguntó Sam sentándose frente a Blaine en una mesa del patio, dónde él repasaba unas notas.
Blaine alzó la mirada con una sonrisa en la cara, se estaba acostumbrando al chico, sabía que en cualquier momento podía aparecer de la nada con preguntas extrañas o teorías locas.
-No he visto las opciones, aunque creo que intentaré entrar al equipo de fútbol - respondió volviendo a lo suyo.
-Lo sabía - gritó Sam lanzando un puño al aire victorioso.
-¿Qué sabías? - pregunto fijando su atención de nuevo en él.
-Que elegirías fútbol - Blaine hizo un gesto confundido - ¿Y sabes cómo lo sabía?
-No, pero seguro me lo dirás.
-Porque tú y yo hermano, tenemos una conexión - una pequeña risa emergió de Blaine.
-Supongo que eso significa que también elegirás fútbol.
-Tú también la sientes ¿eh? - preguntó Sam con un grito entusiasmado.
-¿Si te digo que sí, dejarás de gritar? - preguntó Blaine divertido
-Lo siento, me emociono fácilmente. Creo que es agradable tener un buen amigo desde el día uno y que mejor que coincidir en esto también - Blaine sonrió agradecido, saber que Sam lo consideraba su amigo era confortable.
-Bueno, yo no contaría mucho con que coincidamos - admitió - obviamente tienes más posibilidades que yo. Me gusta el fútbol pero nunca he estado en un equipo - aclaró.
-¿No estabas en el equipo de tu escuela anterior?.
-No había equipo de fútbol en mi escuela anterior, era una de las cosas que más extrañaba.
-¡¿No había?! - gritó de nuevo Sam, Blaine volvió a reír - lo siento - rectificó bajando la voz - es extraño, ¿Qué deporte practicaban entonces?
-Esgrima, salto ecuestre, criquet, polo...
-Escuela elegante entonces, exactamente ¿de dónde vienes? - pregunto Sam sacando sus libretas también.
-De la Academia Dalton de Westerville.
-No tengo idea de dónde es eso - aclaró honestamente.
-Aquí en Ohio, cerca realmente, a poco más de una hora.
-Oh, ¿y por qué la transferencia entonces? - pregunto ligeramente confundido
-Bueno, mis papás compraron una casa más grande en Lima - como si la necesitáramos pensó - y aunque disfrutaba bastante la escuela considere que era tiempo de integrarme a un ambiente más normal.
-¿Normal?
-Bueno, la Academia Dalton es para empezar un internado exclusivo de varones.
-¡No puede ser! - aplaudió Sam entusiasmado - yo también iba a un internado de varones, te digo tenemos muchas cosas en común, aunque claro al que yo asistía era público - admitió ligeramente avergonzado - ¿Te cansaste de los chicos ricos entonces?
-No, no, mis compañeros eran estupendos pero extrañaba algunas cosas de una escuela normal.
-¿Cómo las chicas por ejemplo? - preguntó Sam guiñando un ojo divertido. Blaine suspiró pesadamente sopesando sus opciones, ser honesto desde el inicio y posiblemente perder la posibilidad de un amigo o ser esquivo y fluir ligeramente ocultando esa parte de información que tantos problemas le había traído. Pero se lo había prometido a sí mismo, estar orgulloso de lo que era y no bajar la cara nunca más.
-Soy gay - Sam parpadeó descolocado sólo por un segundo pero se recompuso enseguida.
-Entonces ¿extrañabas el fútbol, la mala comida y la falta de empatía? - Preguntó a modo de broma. Blaine lo miro sorprendido.
-Supongo.
-No te preocupes - dijo Sam conciliador - seguro lo harás bien y quedaremos juntos en el equipo - Blaine lo miro fijamente. Sam abrió al fin su libreta buscando algo que esperaba Blaine le pudiera aclarar.
-Espera, ¿no tienes nada más que decir? - preguntó seriamente
-¿Acerca de qué?
-De qué soy gay.
Sam de nuevo lució avergonzado.
-Lo siento, no sé que decir, nunca he tenido un amigo gay- admitió cuidando está vez su tono de voz - quizás a veces no diga las cosas correctas.
-¿Aún quieres ser mi amigo?, ¿No te parece extraño?
-¿Extraño? - repitió Sam confundido - extraño me parece la conexión que tenemos - dijo sonriendo- y el hecho de esos chicos estén vestidos iguales.
Blaine dirigió su mirada hacia donde veía Sam y entonces lo notó: tres chicos (dos chicas y un chico para ser precisos) estaban sentados sobre una mesa, junto a un aparato de música, vestidos de negro y con una playera idéntica con las palabras Nueva York. Pudo reconocer enseguida a las dos chicas, una era la chica histérica de su clase de literatura y la otra la gótica de cabello azul de geometría.
Dio una rápida mirada al patio, a ver si alguien más lo había notado, y observó a un chico un par de mesas atrás que parecía tomar el sol pero luciendo la misma ropa que los otros y a un chico alto con el mismo vestuario y otro aparato de música llegar al patio...
Sí, definitivamente eso era extraño, pero antes de poder comentar algo el chico alto apoyo el aparato en una mesa y la melodía comenzó a sonar, mientras el grupo armonizaba.
Blaine reconoció la canción enseguida, como seguramente todos en el patio, era Empire estate of mind, pero antes de que la voz de Jay Z llegará a sus oídos, el chico, que ahora reconocía como su vecino de casillero, avanzó hasta llegar a un chico en silla de ruedas, al que no había visto llegar, que inició a cantar.
Era realmente bueno.
Poco después el chico alto se encargó de la canción. Un par de chicos más bajaron por la escalera y mientras la chica daba unas increíbles notas el chico siguió la canción, ¡era todo un número musical!
Tres chicas lindas bajaron para el coro y finalmente todos se unieron en una coreografía en la escalera... si que eran talentosos.
-Son increíbles - murmuró Sam siguiendo el ritmo con el pie.
-Ya lo creo.
Vaya que lo eran. Sin embargo Blaine había quedado impactado por algo más que el talento, no había podido apartar los ojos de su vecino de casillero, desde el día anterior había podido detectar que eran del mismo equipo, como coloquialmente se dice, y realmente le había parecido lindo, de una manera tierna, pero ahora con ese estilo y en esa coreografía lo hallaba, un poco torpe quizás pero, condenadamente sexy.
Se encontraba tan inmerso en sus pensamientos que al finalizar la canción no pudo ni siquiera ovacionarlos cómo se merecían. La mirada decepcionada del grupo le dijo que no había sido el único, de hecho, ningún aplauso se escuchó, lo cual no era para nada justo, un vistazo rápido a Sam le Indicó que estaba pensando lo mismo que él.
Como ex miembro de los Warblers había escuchado de Nuevas Direcciones, un grupo prácticamente nuevo que se decía era bueno, pero los halagos que había escuchado sobre ellos no les hacían para nada justicia, verlos actuar era completamente cautivador...
Quizás podría intentar incluirse en algo más que el fútbol después de todo.

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Destino y voluntad
RomantiekCOMPLETA Kurt ha tenido que aprender a lidiar con agresiones físicas y verbales por mucho tiempo, por eso cuando un chico nuevo llega a McKinley él se niega por completo a brindarle su amistad. ¿Podrá Blaine con su innegable carisma romper las barr...