¿Te unirás?

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Capitulo 4
"¿Te unirás?"

Había varias cosas que Blaine no lograba entender por completo, pero la que más  lo intrigaba en este momento era el motivo por el  cual Kurt, su vecino de casillero, parecía odiarlo. No había  tenido oportunidad de cruzar más  de 10 palabras con él antes de que se ofendiera y por lo general se alejara furioso.

Justo ahora acaba de terminar su clase de biología, en dónde, para fortuna de Blaine y al parecer desgracia de Kurt, por azares del destino habían terminado siendo compañeros.

Claro, si se entiende por destino el que Blaine prácticamente empujara a la chica que parecía a punto de sentarse con Kurt ocasionando que esta tirara su libros con tal estruendo que el profesor los reprendió a los dos con un furioso “Ustedes dos, a su lugar”, así Blaine pudo poner rápidamente sus pertenencias junto a Kurt para disculparse con la chica y recoger las cosas del piso.

-En verdad lo siento mucho, ¿Estás bien? – preguntó inocentemente Blaine con una mirada culpable que inspiraba mucha pena.

-Si, no te preocupes – respondió ella nerviosa mientras recibía sus libros y aún un poco aturdida buscaba un nuevo lugar.
Blaine despreocupadamente tomó asiento.

-Oh -  exclamó luciendo sorprendido, fingiendo apenas darse cuenta que se había sentado junto a Kurt – hola compañero de laboratorio – dijo adorablemente.

Para todos había sido un honesto accidente, provocado en mayor parte por la chica que había retrocedido un paso de pronto, no dándole tiempo a Blaine de reaccionar porque justo iba atrás de ella.

Blaine sabía que no fue así, desde que entró al aula vio a Kurt solo en la mesa del laboratorio y se dirigió ahí, entonces vio que la chica que caminaba delante de él dudo si sentarse con Kurt, paso de largo pero al final decidió hacerlo y justo cuando dio un paso atrás para sentarse con él, Blaine instintivamente quiso impedírselo y dio un paso brusco al frente para defender su lugar, golpeó el brazo de la chica débilmente pero con el suficiente tino para hacer que dejara caer todo; como si eso no fuera suficiente, aprovecho el caos para ganarle el lugar y por eso se sentía culpable, más no arrepentido.

El arrepentimiento llegó un minuto después al observar los ojos acusadores de Kurt que respondieron a su saludo con una mirada indignada y una postura rígida.

Blaine por lo general era una persona segura y alegre, hacia lo posible por ser amable y querido, simplemente porque le gustaba caer bien, era la verdad, y el que Kurt pareciera tan molesto con su sola presencia estaba haciendo mella en su autoestima. Realmente quería que Kurt cambiara su opinión sobre él pero no buscaba hacerlo sentir incómodo.

Así que paso la mitad de la clase sintiéndose diminuto a su lado, apenas escuchando al maestro y pensando lo que había hecho mal para que Kurt lo tratará así y la otra mitad imaginando en que podía hacer para redimirse sin tener que imponérsele a su compañero.

Por otra parte Kurt agradecía el silencio autoimpuesto por Blaine, aunque le inquietaba bastante su presencia, se sentía expuesto e incómodo con él al lado. Y no, no es que lo odiara ni nada parecido, simplemente Blaine parecía ser el típico chico popular que exudaba confianza y seguridad y él tenía la peor de las experiencias en cuanto a populares se trataba.

Es verdad, no conocía mucho a Blaine, pero sus pocos intercambios con él le habían indicado que solía burlarse de la gente (prueba A, su chaqueta) y que era homofóbico (prueba B, la pregunta sobre su suéter), ya suficiente tenía con Karofsky y Azimio tras sus pasos para dejarse intimidar por otro neandertal que seguramente amaba el fútbol y las peleas.

Así que al terminar la clase salió de prisa del aula antes de darle oportunidad a Blaine de decir algo desagradable y tener que confrontarlo otra vez. Lo que por supuesto dejó al chico nuevo más confundido, quien pensativo se dirigió a su casillero.

-Ayer me abordo el mariscal – dijo de pronto un alegre Sam a modo de saludo, acercándose mientras Blaine dejaba sus libros en el casillero.

-Nada mal – intentó bromear Blaine - pero no pensé que fuera tu tipo.

-No seas idiota – respondió Sam con un tono serio que contrastaba con la sonrisa en su rostro - me refiero a que se acercó a hablar conmigo, iba con el chico de la silla de ruedas.

-¿El cantante? – preguntó Blaine cerrando su casillero y caminando junto a Sam hacia el entrenamiento

-Si, el mariscal también forma parte del coro.

-¿En serio? – Blaine intento recordar la presentación del patio aunque ese día casi toda su atención estaba volcada en Kurt.

-Si y Chang y Puck – añadió Sam… ¡Claro! El chico alto con el equipo de música era el mariscal. Chang estaba en el grupo que Sam señaló en un primer momento. Y Puckerman bajó cantando por la escalera.

-Ya lo recuerdo – admitió Blaine - ¿Y que querían?

-Invitarme a unirme al club Glee.

-¿Cantas?

-En realidad hasta ayer no lo había hecho frente a nadie, pero sí me gusta y además tocó un poco la guitarra…

Blaine sonrió, por un momento estuvo tentado a decirle a Sam que a él también le gustaba cantar y tocar la guitarra pero no quería que iniciara el discurso de la conexión entre ellos por quinta vez está semana.

-Ayer me reuní con los chicos del club – continúo Sam – y me pidieron cantar, fue bastante genial.

-¿Así que te unirás a Glee? – preguntó curioso, si Sam estaba en el club podría ayudarle a investigar por qué Kurt lo detestaba.

-Creo que lo haré – respondió- ¿Considerarías unirte también?

-¿A Glee?

-Si amigo ¿A dónde más?

Considerar unirse a Glee… Vaya que lo había hecho, desde la presentación en el patio estaba bastante seguro de querer unirse hasta que pensó en lo incómodo que podría sentirse Kurt si él se aparecía por allí, aunque eso significaría también que tendría la oportunidad de acercarse más a él… Blaine era bastante malo para expresarse hablando pero con las canciones se sentía completamente libre y eso podría ser una ventaja para él.

-Oh, no lo sé

-¿Por qué no?- insistió Sam- Escuché que sólo tienes que inscribirte ni siquiera debes audicionar. – Blaine también lo había escuchado.

-Eso no parece ser algo bueno. Creo que el club no es muy popular.

-Debo admitir que pensé lo mismo, pero al menos si no quedo en el equipo de fútbol formaré parte de algo.

-Supongo que tienes razón.

-¿Te unirás?

-Claro -decidió - si tú lo haces – era mucho más fácil llegar con refuerzos al club.

-Me presentaré en la siguiente reunión que tengan.

-Supongo que será una función doble.

-Genial

Destino y voluntadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora