Confesiones

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El frío de la noche golpeó de frente a los dos adolescentes al salir del bar, lo cual agradecieron dirigiéndose hasta el lugar donde habían aparcado el auto en un extraño silencio, ambos con la cabeza repletas de ideas y palabras que no podían expresar.

-Así que... - inició Blaine al llegar al vehículo, claramente nervioso, sin saber siquiera por dónde iniciar.

-Sí - respondió Kurt por inercia mostrándose con los mismos nervios.

-Ese beso-

-Besos -corrigió Kurt, no quería que Blaine olvidará que los dos habían iniciado uno.

-Besos sí... - coincidió Blaine, totalmente inseguro de como seguir - Fue, fueron algo... Nunca habíamos hecho algo así. - dijo de pronto.

-En la fiesta de Rachel - volvió a corregir.

-Quiero decir voluntariamente. - aclaró Blaine- Nunca habíamos hecho algo así voluntariamente, al menos tú no. En la fiesta de Rachel prácticamente te obligue a besarme.

-No, no lo hiciste - refutó Kurt pero no se atrevió a alzar la mirada, la manga de su camisa era bastante interesante.

-No me malentiendas-continuo Blaine antes de perder el valor- Me encanta besarte, creo que podría hacerlo todo el día-

-No creo qu- interrumpió Kurt alzando al fin la vista, pero Blaine recobró la palabra enseguida.

-Realmente quiero saber a qué se debió.

-Yo... no lo sé - admitió Kurt levemente avergonzado de su impulso, sólo levemente.

-¿Fue Sebastián?, ¿te retó a hacerlo? Sé que puede ser persuasivo, una vez me convenció de-

-No, no lo hizo - dijo Kurt rápidamente, no quería desviar la conversación hacia Sebastián, por incómoda que está fuera- no me retó quiero decir -luego armándose de valor, por fin lo dijo- te besé porque quise.

Blaine pareció honestamente confundido

-Oh, bien- fue lo único que atino a responder, jugando con las llaves de su camioneta.

-Porque me gustas - añadió Kurt de pronto, sorprendiéndose incluso a él mismo. Las llaves cayeron al piso.

-¿Te gusto? - preguntó Blaine aturdido, incapaz de asimilar que era realidad lo que tanto había deseado. Kurt asintió levemente - ¿Desde cuándo?

-Probablemente desde siempre - respondió Kurt con sinceridad- Pero realmente me di cuenta durante tu expulsión, te echaba de menos terriblemente.

-Yo también lo hacía.

-Para San Valentín no podía negármelo más.

-¿San Valentín? -habían pasado meses desde entonces. -¿quieres decir que en la fiesta de Rachel, cuando el primer beso, tú-

-Te dije que no me habías obligado a besarte.

-¿Y el día que fuimos al centro comercial-

-Realmente esperaba que fuera una cita.

-¡Lo era! - exclamó Blaine con énfasis- al menos para mí... yo creí que lo era.

-Sí, en ese momento yo también, una cita increíble debo añadir.

-Entonces ¿por qué... ¿Por qué me cancelaste el siguiente fin de semana para salir con Jeremiah?

-No lo hice, hubo una confusión y yo... yo me aproveche de ella para no quedar en ridículo.

-¿Confusión?

-Te ví... te ví con Santana un día antes, estaban en un pasillo y le dijiste que la amabas justo como era.

Destino y voluntadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora