Tormenta parte 2

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-¿A qué esperas?

Miró el futón en el suelo.

-Vamos, la noche caerá pronto y necesitas reponer fuerzas.

El pensamiento de poder dormir tranquila me llenó de calor. Me acerqué al futón y caí de rodillas, cerré los ojos ante el placer de sentir una pequeña comodidad después de la ocurrido. De pronto sentí algo al lado, era Masamune tumbado con el kimono medio abierto. Retrocedí rápidamente hasta que la pared y mi espalda casi llegaron a fusionarse.

-¿Mm? Acaso niegas mi hospitalidad.

-¡No soy una concubina!

Él rió fuertemente.

-Solo te estoy ofreciendo un sitio donde dormir caliente.

-Prefiero dormir aquí.

Masasume se apoyó sobre su brazo poniéndose de medio lado.

-Entonces caerás enferma.

Echamos un pulso de miradas.

-¡AH! Haz lo que quieras._ se dio la vuelta._ ¿Todos los extranjeros son así?

La cabeza se me caía hacia ambos lados, los párpados me pesaban y me dolía el pecho. Sentía como perdía la fuerza del cuerpo y oscilaba lentamente. Una de las veces me golpeé con el suelo.

-Mmm_ Masasume se quejó.

Finalmente decidí dormir en la habitación de al lado, lejos del futón y Masamune. Allí no había nada con lo que taparme excepto mis ropas mojadas, y esa no era una opción viable, ya sentía escalofríos suficientes con el kimono puesto y estaba seco. Me tumbé en el suelo en busca de descanso pero el frío del mar se me había metido hasta en los huesos.

-¡Achís!_ me tapé la boca para no despertar al samurái.

Si pasara la noche aquí me pondría enferma como él había dicho antes, y pensar a lo que había sobrevivido para poder terminar muriendo con un gripe no era lo que quería.

-¡Maldición!_ susurré y apreté los puños levantándome.

No me quedaba otra opción. Abrí de nuevo la puerta y al cerrarla oí una voz.

-Eres lista, has venido ahora que ya he calentado todo. ¿No?.

Recé para que en la noche no pudiese ver mis mejillas encendidas.

-N-no soy una....

Masamune se irguió.

-Nunca he dicho eso.

Sentía la necesidad de sentir el calor en mi cuerpo o me desmayaría en breve. Tomó mi mano.

-Estás congelada._ descubrió medio futón y me hizo hueco.

Me llevó a su lado y exhaló aliento para calentarla. Al instante mis piernas cesaron de trabajar y caí al futón. Me cubrió con el cálido futón y sin pensarlo eché mi cabeza al suelo.

-Nunca había visto antes a una mujer tan hermosa como tú.

¿Estaba flirteando conmigo?.

-Date-sama...

Negó con la cabeza.

-Masamune._ susurró acercando su rostro al mío.

Todo me daba vueltas.

-¡...!

Me levanté y golpeé a Masamune en la frente sin querer. Salí corriendo de la habitación en busca de aire fresco, y al llegar al costado del barco sentí un dolor en el estómago y vomité.

-¡Yukiji!

La voz de Masamune venía de atrás. Me deslicé y respiré aliviada al sentir el estómago vacío.

-No te sienta bien el mar, ¿eh?._ rió._ Has elegido un mal día para viajar.

Le miré desesperadamente. Había pasado un día horrible, y el viaje entero había sido un terrible pesadilla.

-Solo quería ver Japón con mis propios ojos._ suspiré._ Pero no puedo con el balanceo.

Me ofreció su mano y la cogí, las piernas comenzaron a temblar al sentir mi peso sobre ellas.

-Estás de suerte._ Me cogió entre sus brazos y comenzó a andar hacia la habitación._ Mañana llegaremos a tierra firme si todo va bien.

Tenía los ojos cerrados, pero aún así, podía sentir el calor que desprendía su cuerpo en la fría noche. Oí las dos puertas al cerrarse, por lo que debíamos estar en el dormitorio. Y así era, pues ahora mi cuerpo reposaba en algo cómodo y lo estaba tapando con el futón. Noté un agradable calor en todo mi cuerpo, que carecía de fuerza.

-¡Masamune!_ grité al abrir los ojos.

Estaba completamente pegado a mí.

-Tranquilízate, nunca le haría nada a una mujer sin su consentimiento. Además..._ me cogió una mano_ Estás helada, quiero que sobrevivas para ver Japón.

Su mirada era tierna, a pesar de estar por primera vez con un hombre en esas condiciones me sentía segura.

-Ahora, descansa y duerme._ apoyó la cabeza y cerró su ojo.

Masamune x OC Completo (Ikemen Sengoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora