Masamune x OC Completo (Ikemen Sengoku)

Guerra

-¿Por qué tienes esa cara?_ me preguntó Masamune. 

-Esta guerra... ¿va a ser peligrosa verdad?

-Es una pregunta graciosa. ¿Acaso existe una guerra sin peligro?

Me sentí estúpida, no quería decir eso.

-¿Tienes miedo?

Le miré y dije seriamente.

-Masamune, ¿y si te dijera que quiero ir allí contigo?

Frunció el ceño.

-Si vinieras a la batalla conmigo, tendrías que estar preparada para matar._ me cogió de la mano._ Tus ideas solo harían que tanto tú como otros fuesen asesinados.

-Pero...

-Y creo que ya lo sabes, pero, No te puedo prometer que te protegería. Si murieses en el campo de batalla, me enorgullecería de tu noble causa, y te recordaría por ello.

Sus prioridades. Su vida estaba plenamente entregada al clan Date, a su tierra, Oshu y a su señor Nobunaga.

-Dicho eso, preferiría tener a mi lado a alguien de confianza. Eso también te dejaría más tranquila a ti ¿verdad?

-Te estás divirtiendo diciendo eso...

-Pues sí. Lo siento.

Me marché corriendo a mi habitación reteniendo las lágrimas de tristeza. Para él todo tenía un significado diferente.

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Masamune se encuentra con Ieyasu que había escuchado la conversación.

-¿Y si algo le pasase a ella? ¿Qué harías?

-Lo superaría como siempre he hecho hasta ahora. Haría lo mismo que he hecho con los demás.

Ieyasu le miró de reojo señalando la muchacha de pelo rubio girando la esquina.

-Quizá deberías tomarte un tiempo y pensar seriamente qué significa ella para ti._ dijo marchándose.

-¿Lo que Yukiji significa para mí?

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Al siguiente día las tropas de Nobunaga comenzaron su camino temprano. Entre ellos pude ver a Masamune marchando a caballo.

-¿Estás segura de lo que piensas hacer?

-¡Mitsuhide!

-Nunca has estado en un campo de batalla. No es lo mismo que te he podido enseñar en nuestras prácticas.

-Soy consciente de ello._ susurré.

-¿Entonces?

-No puedo quedarme aquí y esperar a que todo se resuelva... incluso si significa ponerme en riesgo...

-Eres tan cabezota. Vas a ir te diga lo que te diga, ¿no es así?

Mi mirada le dijo todo.

-Está bien... ven conmigo.

Mitsunari partía con los refuerzos. Así que al día siguiente partirían hacia la batalla.

(Mitsuhide le lleva a su cuarto y le enseña el uniforme)

-Una vez que lleguemos al campo base, no puedo hacerme cargo de ti. Ten en cuenta que dependerás de tu instinto y tu capacidad para defenderte.

-Lo entiendo.

Me cogió las manos y me miró con una sonrisa.

-Eres una mujer valiente.

(se van al campo y ya están librando la batalla. Ella va a caballo armada con una pequeña katana y un rifle)

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Miré desesperadamente por Masamune. No le encontraba, mi caballo corría entre las katanas y ambos batallones esquivando golpes. El primer día fue intenso, cuando volvimos al campamento base pude distinguirle en un rincón curando a los heridos. Pero algo hizo que me preocupara, al igual que la otra vez su brazo derecho no parecía moverse, y se fue hacia la frondosidad del bosque. Una vez que creyó estar solo se soltó la armadura y pude ver una herida que llegaba desde su pecho hasta el la parte del hombro.

-Está herido...

No quería que me viese. Si alguien supiera que una mujer se había infiltrado en las filas, sería mucho peor. Le vigilé esperando que no saliera en el siguiente ataque. Y ante mi temor, no fue así. Le vi montar a caballo y salió corriendo al encuentro de las tropas de Kenshin.

-No... no puede ser. 

Si dejaba marchar a Masamune solo moriría a manos de Kenshin y nunca me lo perdonaría. Debía hacer algo, incluso si me costaba la vida.