-Yukiji.
Oí un ruido.
-Mmm.
Abrí los ojos y vi como la puerta corredera se abría. ¿Dónde estaba?
-¿Masamune?_ me froté los ojos.
-No lo hiciste nada mal anoche._ dijo sentándose a mi lado._ Soportando dos largas cabalgatas y el encuentro en el pasillo. No puedo más que elogiarte por tu primer combate, desarmada.
Miré a mi alrededor. ¿Había pasado la noche con Masamune?.
-Y la descarada forma en la que te quedaste dormida en mi caballo anoche.
Sus labios mostraron una sonrisa pícara.
-¿Anoche? ¿Qué me he perdido?
-Anoche..._ susurró mientras se acercaba a mí._ ¿Quieres que continuemos donde lo dejamos?
Sentí cómo mis mejillas se encendían.
-Al fin y al cabo te quedaste dormida en mi caballo. Así que supongo que estarías bien cómoda entre mis brazos.
¡MASAMUNE! El corazón me iba a explotar.
-¡La única razón por la que caí rendida fue porque estábamos fuera de peligro y por fin pude relajarme un poco!
Masasume retrocedió y habló para sí mismo.
-Si fuiste capaz de quedarte dormida cerca de mí, será que estoy perdiendo mi encanto.
Volvió su mirada y dijo.
-Cada vez que tocaba tu mejilla parecías hacer ruidos como un gatito.
-¡Te lo estás inventando!
Date estalló en una gran carcajada.
Cuando se recompuso me explicó que tenía que presentarme ante Oda Nobunaga, el shogun.
-Toma.
Me ofreció un fardo que al principio no reconocí.
-¿Qué es?
-No puedes presentarte ante Oda con esas ropas.
Miré mi vestido. ¿Qué tiene de malo?.
-Es un kimono.
Lo desenrollé y vi que era igual que un yukata pero mucho más ceremonioso y pesado. El estampado del kimono era de pequeñas flores de crisantemo blancas en un fondo anaranjado.
-Es precioso._ dije atesorándolo.
-Bueno, ahora es tuyo. Póntelo.
Me quedé parada al creer que Masamune quería que me lo pusiese delante de él.
-¿Qué ocurre?
Me llevé el kimono al pecho y Date pareció entenderlo.
-Puedes cambiarte detrás de ese biombo. Te prometo que voy a mirar.
Fruncí el ceño.
-Anoche tuve todo el tiempo del mundo para hacer lo que quisiera contigo y no lo hice.
Ah... claro eso me hacía sentir más tranquila. Supongo que Masamune era así. Cogí el kimono y me empecé a desvestir detrás del biombo. Una vez con el kimono encima no sabía por dónde iba cada lado y por dónde dejarlo sujeto. Nunca antes me había puesto un kimono, y un simple yukata de hombre ya me era difícil de poner.
-Masamune...
Oí unos pasos. Saqué la mano y le paré.
-¡No! ¡No vengas! Tengo... un pequeño problema.
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Masamune x OC Completo (Ikemen Sengoku)
FanfictionUna extranjera interprete sufre un accidente en su viaje y "cae" en manos Masamune, un daimio salvaje y sin complejos que coge cariño a esta mujer de inmediato. Una historia llena de comedia, drama y acción (y sí... amor xD) basada ligeramente en la...