Llevaba con Mitsuhide varias semanas practicando movimientos básicos con la katana y disparos con pistolas, nadie más sabía de eso. No quería que nadie supiera mis intenciones. Al terminar la sesión le pedí a Mitsuhide consejo para poder pasar la tarde relajándome sola. Así que me indicó el lugar donde se encontraban el onsen de Azuchi.
Cuando llegué a mi habitación me encontré a Shogetsu.
-¿Quieres venir conmigo?
Cogí al tigre en mis brazos, había crecido bastante desde que llegué al castillo y dentro de poco y ano podría llevarlo a cuestas conmigo. Al llegar a la habitación del onsen me desvestí y me puse una toalla.
-¿Te gusta el agua?
El tigre me miró girando la cabeza.
Mitsuhide me había dicho que no había problema, el onsen estaba dividido para ambos géneros así que lo único que podría encontrarme serían mujeres desnudas. Aunque, en ese momento era la única que estaba dentro. Dejé la toalla a un lado para que no se mojara y me adentré en el agua. Durante horas estuve descansando sin ningún tipo de interrupción. Hasta que de pronto oí unas voces masculinas.
-¿Nobunaga? ¿Mitsuhide?..._ me asomé por encima de unas rocas que sobresalían.
Eran Nobunaga y la mayor parte de sus vasallos que entraban en el onsen semidesnudos.
¡¿Qué hago?! ¿Me habré confundido de lado? No podía salir con ellos delante, y si llegaban a verme.... estaba completamente desnuda.
-Shogetsu._ susurré._ La toalla.
El tigre me miraba sin saber qué hacer.
-¡Masamune!_ grito Oda._ Has vuelto a dejar a Shogetsu libre.
Entonces oí la voz de Masamune a lo lejos.
-¡No por favor! Shogetsu, la toalla...._ susurré.
Entonces Shogetsu milagrosamente cogió la toalla en su boca.
-¡Buen chico, aquí!
Sin embargo, pasó por delante de los hombres y al lado de Masamune dejándome sin la toalla.
-¡Shogetsu! ¿De dónde has sacado eso?_ dijo Masamune mirando alrededor.
Me escondí detrás de las rocas y recé para que nadie me viera.
Los hombres hablaron durante horas, de temas relacionados con el castillo, los vasallos, las tierras y demás. Por mi parte, luchaba contra el aburrimiento para no quedarme dormida. De repente, retuve un estornudo, y mi cabello recogido en un medio moño se deshizo y se mojó con el agua.
______
Masamune tenía un solo ojo, pero no por eso no dejaba de ver más que los demás. Ya se había preguntado cómo Shogetsu había conseguido salir de la habitación hasta allí, y ahora juraba haber visto el cabello de Yukiji.
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¿Por qué no se iban ya?.
-Hideyoshi, ¿por qué no haces como esa vez? Ya sabes, la escena del kabuki._ dijo Oda.
-Claro.
Oí a Hideyoshi acercarse hacia donde me encontraba. ¡Iba a verme! El agua me salpicó en la espalda y me di la vuelta, Pude distinguir la espalda de Masamune que sobresalía de la roca donde me escondía. Comenzó a recitar lo que debía de ser la obra de la que Oda hablaba. Entonces Hideyoshi y él comenzaron el teatrillo. Cuando acabaron los hombres dijeron que volvían a sus respectivos cuartos. Todos menos uno.
-Yo voy a quedarme un rato más.
-Cuando salgas encierra a ese tigre, las sirvientas se asustan al verlo._ dijo Oda.
La puerta del onsen se cerró.
-Ya puedes salir.
Se me heló la sangre al pensar que sabía que estaba allí. Deslicé mis dedos por la roca y dejé al descubierto mi rostro. Masamune tenía una sonrisa en la cara.
-Shogetsu..._ dije señalando la puerta.
-Se ha llevado tu toalla, ¿verdad?._ caminó hacia mí._ Es muy travieso.
Mi pelo flotaba en el agua.
-Masamune, por favor._ dije suplicante._ Podrías pasarme una toalla.
-¿Y eso por qué?_ miró a su izquierda donde había más toallas.
Maldito Date.
-Quiero salir, llevo mucho rato aquí.
-Entonces ven a por una.
-¡Estoy desnuda!_ dije irritada.
Soltó una carcajada.
-Está bien,_ cogió una toalla y comenzó a andar hasta mí.
-Quieto.
-¿No la quieres?
-Sí, pero...
-Está bien, ven a por ella. No miraré. Te lo prometo.
Cerró su ojo y sostuvo la toalla en alto para que no se mojara. Caminé lentamente hacia él y cogí la toalla.
-No mires._ dije susurrando.
Salí del onsen y la enrollé en mi cuerpo.
-No le digas nada a nadie.
Masamune abrió su ojo. Salió del agua con la toalla atada en la cintura y se acerco lentamente a mí. Extendió su brazo y deslizó sus dedos desde me mejilla hasta el cuello. Sentí un escalofrío.
-Vas a resfriarte._ dijo suavemente.
Por mi parte no podía dejar atrás el hecho de que estaba viendo a Masamune casi al completo, era tan intimidante como atrayente y no quería que ocurriese nada, no quería permitirlo. Así no.
-Será mejor que me vaya a por mi ropa.
-¿Ropa?_ fijó la mirada en mis ojos._ Ven a mi habitación cuando hayas terminado.
Entonces me di cuenta de que había cogido mi mano y ahora la había soltado dejándome atrás sin palabras.
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Masamune x OC Completo (Ikemen Sengoku)
FanfictieUna extranjera interprete sufre un accidente en su viaje y "cae" en manos Masamune, un daimio salvaje y sin complejos que coge cariño a esta mujer de inmediato. Una historia llena de comedia, drama y acción (y sí... amor xD) basada ligeramente en la...