Ideales, entendimiento y sake

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Esa noche me acerqué al cuarto de Mitsunari.

-Mitsunari, Masamune me dijo que viniese a esta hora por aquí.

Deslicé la puerta y vi a Mitsunari inmerso en un libro y a Mitsuhide sentado a su lado.

-Sí._ dijo el primero._ Nos ha informado que cenarías con nosotros.

¿Cenar?

-¡Has venido! Buena muchacha.

Masamune apareció detrás de unas cortinas que llevaban a la cocina, me hizo una señal para que le acompañara.

-¿Estás cocinando?

-Sí, nuestros dos Mitsus son capaces de morir de hambre si les dejas. Necesitas comer para vivir y ellos no parecen darse cuenta de lo realmente importante que es.

Miré las distintas comidas que había preparadas.

-No sabía que te gustaba cocinar.

-Supongo que me gusta porque es como cortar cosas.

AL ver mi expresión soltó una carcajada.

-¡Es una broma!

A veces se me olvidaba que Masamune también tenía ese lado tierno.

-Cuando comes algo bueno, te hace sentir bien ¿no?.

-Sí.

-Por eso aprendí a cocinar, y por eso lucho.

Removió unas verduras.

-Mi meta en esta vida es crear un país donde todo prospere y la gente pueda tener todo lo que necesite a su disposición. Así lo quiso mi padre._ me miró._ Te puedo asegurar que esa nación existe y merece la pena sacrificarse por ella.

Sus ideales...

-Ayúdame a sacar esto.

(comen, bebe....)

-Masamune, ¿pasa algo?.

Parecía que iba a caerse. ¿Acaso estaba...?

-¿Estás borracho?

-Así es._ dijo Mitsuhide._ Masamune prefiere el agua al sake, mi preferencia es cambiar su agua por sake.

Bebió un trago de su vaso.

-Nunca pensarías por su cara esto, pero tiene cero tolerancia al alcohol. Hasta un sorbo le deja así como le ves ahora. ¿No es gracioso?

-¡Mitsuhide eso es cruel! ¿Por qué lo has hecho?

-Ha sido por ti. Masamune insiste en presentarte su parte más inamovible y nunca deja ver sus debilidades.

Me giré hacía Masamune.

-Lleva un rato sin hablar. ¿No se ha perdido a consciencia? ¿verdad?

-Averigüémoslo._ Mitsuhide se levantó y le dio un pequeño empujón en la espalda.

Masamune cayó encima de mí.

-¡Ah! ¡Espera!

Vi a Mitsuhide levantando a Mitsunari para llevárselo con él.

-¡Masamune! Bájate. ¡Mitsuhide, no puedes dejarme así!

-Es un pelele.

-¡Mitsuhide! ¡Esto es culpa tuya, deshazlo tú!

-Mmm, después de haber comido tanto, no tengo fuerza para levantarlo. Mitsunari nos vamos, puedes continuar tu libro en mi habitación.

Mitsunari levantó la vista del libro.

-¡Oh! ¿Yukiji y Masamune están bien?

-Ten una agradable velada, Yukiji.

-Yukiji, supongo que me tengo que ir, no te preocupes por la habitación.

-¡Mitsuhide! ¡Mitsunari!_ grité pataleando.

-Cállate... cosa ruidosa...

-¡Oh no! ¡Cállate tú! Maldito Masamune_ intenté arrastrarme por el suelo.

-Dormir... sueño...

-¡No! ¡No puedes quedarte dormido así! ¡Levántate!

Hice palanca con mis brazos para que Masamune rodara por mi cuerpo y cayera al suelo para llevarlo a la cama.

-Vamos a llevarte hasta el futón.

-Aquí... agradable futón_ dijo frotando su cabeza en mi espalda.

Doblé las rodillas y conseguí deshacerme de Masamune

-Mareo...

Su yukata estaba torcido y parte de su cuerpo estaba al desnudo. Le cogí de ambos brazos y tiré con todas mis fuerzas para meterlo dentro del futón. ¿Cómo podía parecer tan adorable y sexy al mismo tiempo? Cogí su mano para meterla dentro del futón.

-¿Huh?_ abrió su ojo_ ¿Yukiji?

-¿Hasta ahora no sabías quién era? Vamos, quédate aquí quieto...

Masamune me cogió con sus brazos y me llevó hasta su pecho.

-Ven aquí_ sonrió.

Era como su oso de peluche. Cerró su ojo y se quedó dormido. Al rato intenté salir de su abrazo.

-¡No voy a dormir aquí! Además tengo que limpiar todo...

-Mmm. No..._ pasó su mano por mi cara.

Intenté escapar de sus brazos, cuando su mano agarró la mía y me acercó de nuevo a él.

-Jaja. Cara adorable....

De pronto sus dedos se aflojaron y pude levantarme. Date dormía plácidamente.

-Pareces tan inocente._ sonreí.

No puedo guardar ningún tipo de rencor contra ti. Porque has abierto mi corazón a tantas cosas...

-¡...! ¡Me he quedado dormida!_ me levanté de un salto.

-Maldito, Mitsuhide.

Masamune estaba sentado sosteniendo su cabeza en ambas manos. Intenté escabullirme, para que Date no dijese nada raro sobre haber dormido juntos estando ebrio.

-¡Yukiji!

-Buenos días, supongo_ me encogí de hombros.

-Tengo algo muy importante que decirte_ me miró de reojo_ Olvida todo. Todo lo que viste anoche, nunca menciones nada a nadie.

-Quieres decir, ¿el cómo te emborrachaste?

-Perdí el control de mí mismo.... no ha sido cool.

-No tienes por qué serlo todo el rato. Creo que es mejor si la gente supiera que tienes un lado más... tierno.

Su cara era un poema post-resaca.

-De todas maneras, gracias por enseñarme tus razones para luchar. Ayer te dije que me asustaste, pero tienes un sueño que perseguir y grandes metas como esas pueden ser aterradoras.

Sonrió.

-Solo... no mates a mis amigos. Ambos sabemos que si lo haces volveré a entrometerme en el camino. Nada va a convencerme de que matar está bien. No puedo darte la razón ahí.

Masamune me cogió de la mano.

-Esa forma de pensar es lo que hará que te maten.

Cogí su mano con la mía y la estreché.

-Que sea así. Es mi convicción.

Masamune miró nuestras manso entrelazadas.

-Intentaré entenderte._ dijo con una leve sonrisa.

Masamune x OC Completo (Ikemen Sengoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora