Finalmente llegamos al castillo de Yoshitoshi antes que Hideyoshi y Ieyasu. Date me bajó del caballo.
-He de admitir que para ser mi primera vez a caballo me ha gustado._ dije mirando al bello animal.
-¿Nunca antes habías montado?
-¡No! Por eso estaba tan asustada.
Más tarde llegaron Hideyoshi y Ieyasu. El hombre que vestía de verde tenía una mirada llena de odio.
-¡MASAMUNE! ¿Por qué siempre haces lo mismo?
-¿Por qué te enfadas siempre si lo sabes?
Ya veía el tipo de persona que era Date. No pude evitar reír
Entonces decidieron entrar al castillo.
-¿Yukiji?
-Me has traído en contra de mi voluntad. No voy a entrar.
-Es peligroso que te quedes sola aquí. Cualquiera podría herirte._ dijo Ieyasu.
Se me puso la piel de gallina y corrí detrás de Masamune.
-¡Espera!
(encuentran a Yoshitoshi en la sala, les dice que ha cambiado de bando, ahora está con Kenshin)
Miré a Masamune. ¿Por qué no saca su espada? ¿Van a matarnos?.
-¿No es hora de echarnos a correr?_ susurré a su lado.
-Claro que no. Ahora viene lo divertido._ sonrió._ Si quieres conservar la cabeza agáchate y ten cuidado.
-¿Qué?
De repente empezaron a luchar. Intenté llegar hasta una esquina. Una vez allí una espada atravesó la pared a mi derecha haciéndome caer al suelo de un largo pasillo. Era mi oportunidad de salir de allí sin un rasguño. Corrí hasta que choqué contra alguien y ambos caímos al suelo. Abrí los ojos y reconocí su cara.
-¡Tú!
Yoshitoshi yacía debajo de mí. Estaba claro que pretendía huir de allí mientras sus sirvientes luchaban.
-¡No!_ intenté inmovilizarlo._ ¡Esa gente está luchando por ti! Se supone que eres su líder. ¿Los vas a abandonar?
-¡Suéltame mujer!
-¡Eso es de cobardes!
Me empujó y caí de espaldas. De pronto noté el frío filo de una katana en mi cuello.
-¿Una mujer osa decirme qué tengo qué hacer?
Levantó el brazo para asestar el golpe final. De repente, oí un sonido metálico. Entre nosotros se interponía un hombre vestido con armadura azul que había parado la estocada. Hizo un movimiento rápido y la katana de Yoshitoshi cayó a unos metros de mi.
-¡Yukiji!_ se giró mientras continuaba apuntando al desertor.
Unos segundos más tarde Hideyoshi apareció y capturó a Yoshitoshi.
-¿Estás herida?_ preguntó Masamune agachándose a mi lado mirando por todas partes.
Mi corazón iba a salirse del pecho.
-Creo que no._ fue lo único que pude decir.
-Hideyoshi, Ieyasu. Tomad nota, el honor de capturar a Yoshitoshi es para Yukiji.
Ieyasu suspiró.
-Sí, y lo ha hecho sin un arma. Como una auténtica idiota.
Me sonrojé al pensar en ello. No había pensado en que sacaría una katana de la nada y me apuntaría con ella. Podría haber muerto en aquel mismo instante de no ser por Masamune.
De vuelta Masamune me llevaba cogida de la mano. Me encontrada desconcertada por lo que había hecho así que no me di cuenta ni siquiera de cuando me sentó de nuevo en el caballo y cuando él se subió y cogió las riendas. Cuando oí su voz, ya estábamos trotando.
-Yukiji, siéntate más atrás. Será más cómodo para ti.
No rechisté. Simplemente obedecí me acurruqué entre los brazos de Masamune pensando en lo diferentes que eran nuestros mundos. Apoyé la cabeza en su pecho y dejé mi cuerpo flotando, me daba igual caerme. Estaba con Date, y eso me hacía sentir mucho más segura. El aire rozaba mis mejillas y notaba cómo mi ropa bailaba a su son, el sonido constante de la tela chocando contra la armadura de Masamune llenó mis pensamientos y finalmente sucumbí al cansancio.
_________ (MASAMUNE)_________
El caballo seguía su ritmo ligero. No tan rápido como el de ida pero no despacio como Yukiji hubiera querido. Oí su voz casi en un susurro.
-No... tan rápido...
Paré al caballo al llegar al castillo Azuchi. Solté las riendas y cogí el cuerpo de la muchacha ente mis brazos. Su cabeza se deslizó desde mi pecho hasta mi hombro.
-No tienes miedo de enfrentarte con las manos vacías a un hombre. Eres capaz de dormir en plena cabalgata sin importarte caer._ sonreí._ E insistes en que no eres un guerrero.
Miré a Hideyoshi.
-Es la mujer más valiente que nunca he visto.
-O la más estúpida._ dijo Ieyasu bajando del caballo.
-En honor a su valentía la llevaré hasta dentro sin despertarla.
-Estúpido... Masamune...
Hideyoshi y Ieyasu no pudieron evitar reírse al escuchar la voz de Yukiji. Pero no me importaba en absoluto, continué mi camino hasta una de mis habitaciones que utilizaba para descansar, una vez allí la dejé con cuidado y la tapé con el futón.
-Masamune...
Toqué su mejilla.
-Eres una muchacha realmente interesante.
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Masamune x OC Completo (Ikemen Sengoku)
FanfictionUna extranjera interprete sufre un accidente en su viaje y "cae" en manos Masamune, un daimio salvaje y sin complejos que coge cariño a esta mujer de inmediato. Una historia llena de comedia, drama y acción (y sí... amor xD) basada ligeramente en la...