The Science Of Sleep | TRADUCCIÓN

.6.

Los próximos días pasan en un extraño borrón. Frank se lanza a su trabajo en ambos mundos, tratando de olvidarse del maldito Party-Poison pero a pesar del alivio inicial de que no lo va a volver a ver, Frank estaba más nervioso que nunca. Una mañana casi le da un ataque al corazón cuando alguien pelirrojo pasa por delante de su cubículo en su propio mundo y se da cuenta de que sólo es Audrey, del departamento de Fraudes, y que es un idiota. De todas formas, es un tono de rojo completamente equivocado, ya que Audrey tiene un color caoba más natural, mientras que el de Party Poison es un rojo de bomba de cereza que te da una bofetada en la cara y que todo el mundo paga por ver, ¡¿y por qué sigue obsesionado con él?

—Me estoy volviendo loco—, dice, frotándose las sienes con la punta de los dedos, agachándose detrás de las paredes de su cubículo. Se conforma con salir, fumar varios cigarrillos y anotar más notas sobre Better Living Industries.

Tal vez esa sea la clave, piensa. Tal vez si puede ayudar a los Killjoys a descubrir quién era el Fun Ghoul, será lo que lo lleve de vuelta a su propia realidad y detenga todo esto. De hecho, se está volviendo muy bueno memorizando cosas en un mundo para poder trabajar en el otro, lo cual se dice a sí mismo que siempre es una habilidad útil para poseer (aunque no está muy seguro de que sea una que pueda poner en su currículum).

Sin embargo, no ve mucho a Gerard quien era golpeado por la inspiración pura de The Black Parade y tenía un plazo inminente para varias páginas que se suponía que había hecho hace semanas, Gerard desaparecía de nuevo, encerrándose en su estudio y sólo salía para ir al baño, tomar café y cigarrillos. Tratando de ser comprensivo, Frank le daba su espacio, pero decidió ir a la casa de Gerard después del trabajo, apareciendo en la puerta de su casa con la mayor taza de café que el dinero pueda comprar y algún tipo de comida vagamente saludable de Starbucks.

—Aw, Frankie! No tenías que...— Gerard parecía encantado, pero Frank le corta el paso.

—¡¡Me estoy asegurando de que realmente comas algo durante este tiempo!! ¡No puedes vivir sólo de nicotina y cafeína!

—Mejor. Novio. Nunca—, dice Gerard, dándole un beso rápido. Con toda honestidad, su ropa no parece más salpicada de pintura que de costumbre, aunque es bastante obvio que ha estado usando su brazo como paleta de colores. —¿Cómo va el trabajo? ¿Ya has oído hablar del ascenso?

Tal vez más café fue un error... Gerard ya está bastante conectado. O tal vez sólo está zumbando por la adrenalina.

—Nada todavía, lo averiguaré pronto.

—¡¡Eso es genial!!— Gerard dice, sonriendo ampliamente. —Oye, ¿todavía vienes al concierto, verdad?

—¡No me lo perdería por nada del mundo! Tengo curiosidad por ver qué tipo de música toca Mikey...

—¡¡Grandioso!!— Gerard dice otra vez. Frank nota que trata de revisar discretamente su reloj.

—No te preocupes, no me voy a quedar—, dice Frank, tratando de sonar bien. —Sólo quería proveer combustible y asegurarme de que no hubieras bebido disolvente por error.

—¡¡Eso solo ocurrió una vez!!— Gerard se ríe. —Estoy bien, estoy bien—, dice, aunque suena más como un mantra que se ha estado repitiendo mucho. —La fecha límite es mañana por la mañana de todos modos, así que mañana a esta hora estaré libre.

Se inclina hacia adelante y le da a Frank otro beso rápido; es casi agresivo. Hombre, Gerard debe estar muy estresado.

De vuelta en BLI, Frank pasa su tiempo explorando Battery City, bajó la seguridad de la torre más alta de vigilancia de SCARCROW. Battery City en realidad le recuerda mucho al mundo del que vino. Por un lado, a pesar de la naturaleza de alta tecnología de todo lo demás, todavía hay transporte público que consiste en trenes y autobuses que circulan cada diez minutos desde las 5 de la mañana hasta la medianoche. Siempre son puntuales, incluso cuando a ciertas horas de la mañana muy temprano e increíblemente tarde en la noche hay fallas de energía que causan que todo se detenga momentáneamente.