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Una semana después, Frank se encuentra sentado en el mismo lugar donde empezó todo este lío: Starbucks. Estaba en uno de los bonitos sofás y tenía una mesa para él solo, con un periódico abierto y un bolígrafo rojo en la mano mientras rodeaba los posibles anuncios.

La puerta se abre y Frank levanta automáticamente la vista para ver entrar a Bob. Saluda a Bob y luego baja su vista al periódico de nuevo en su búsqueda mientras espera a que Bob pida su café y se una a él.

-¿Anuncios de empleo?- pregunta Bob cuando se sienta con una enorme taza humeante de...

-¡¿Estás bebiendo té?!- pregunta Frank con incredulidad cuando el olor llega a sus fosas nasales.

-¡¿Qué?! No todos podemos consumir café como si fuera agua sin efectos secundarios horribles, a diferencia de ti y de Gerard.

-Sí, pero... ¡¿Earl Grey?! ¿En serio?

-Es una delicia-, resopla Bob, tomando un sorbo.

Frank sonríe. -Querrás abastecerte de eso; nunca he visto a nadie con una bolsita de té en las Zonas.

-Lo recordaré-, dice Bob secamente. -Sabes que todavía no estoy cien porciento convencido de que no seas un loco de atar.

Frank sonríe suavemente y toma un sorbo de su propio café.

-Hablando de eso-, dice Bob, dejando su taza y mirando a Frank con expresión seria. -¿Cómo van las cosas con todo eso?.

No necesita aclarar lo que quiere decir con "todo eso".

-Sí, estoy bien-, dice Frank. -¡Dormí como doce horas después de salir del hospital y me desperté todavía aquí en el 2011!.

No le dijó a Bob que esa noche estaba tan asustado de ir a dormir que tuvo un ataque de pánico en toda regla y terminó asustando a Gerard en el proceso también. Gerard había insistido en que Frank se quedara en su casa esa noche; la explicación oficial de la estancia de Frank en el hospital había sido que había tenido problemas para dormir, se dio cuenta de que había tomado accidentalmente demasiados somníferos y llamó a Bob. Gerard dijo que estaba decidido a cuidar de Frank, pero Frank sospechaba que en la mente de todos estaba el oscuro pensamiento de que la "sobredosis" podría no haber sido del todo un accidente.

Gerard había hecho lo mejor que pudo esa noche y trató de consolar a Frank, pero no había manera de que Frank pudiera explicar por qué tenía tanto miedo de dormirse, ¿y si no funcionaba? ¿Y si se despertaba de nuevo en 2019? ¿Y si algo había salido mal y el Frank de 2019 había acabado siendo un vegetal? Peor aún, debido a su aparente "sobredosis accidental" no se le permitía tomar ningún tipo de narcoléptico por orden del médico y, con todo el asunto del "alcohólico en recuperación" por parte de Gerard, Frank no se sentía cómodo bebiendo hasta caer en un coma prematuro.

Al final, Gerard se acurrucó en torno a Frank y trató de calmarlo para que se durmiera, secándole las lágrimas y susurrándole palabras de consuelo y, de alguna manera, al final funcionó porque lo siguiente que supo Frank fue que se estaba despertando... y que seguía en la cama de Gerard con éste roncando suavemente en su oído, y que realmente sentía que había dormido.

Y eso fue todo.

Frank no se permitió pensar en cómo estaban las cosas entre Fun Ghoul y Party Poison. Si el portal se había cerrado con éxito, entonces estarían bien. Ahora se tenían el uno al otro.

Y eso era todo lo que Frank se permitía pensar al respecto.

Mientras tanto, la conversación que mantuvieron Frank y Gerard a la mañana siguiente, en 2011, tampoco había sido especialmente divertida.

The Science Of Sleep | TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora