Desierto - Abundancia - Otoro

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- Haff... Haff... Yo... agua!

- Haff... Haff... Tu... FUISTE EL MALDITO QUE SE LA ACABO!!! - Grito el dragón morado al caluroso cielo del desierto.

Ambos dragones se encontraban perdidos en el enorme desierto de Amarht, el bosque tropical en el que se encontraban asta hace cinco horas se habia convertido en desierto árido y con el sol irradiando sobre ellos haciendo que las lejanías se vieran distorsionadas por el intenso calor del lugar, sus provisiones de agua y comida se perdieron luego de que ambos se enfrentaran aun escorpión gigante del desierto, en su ultimo ataque arrojó veneno a sus mochilas de reserva, asi perdiendo los poco víveres y provisiones que tenían, lo único que logro salvarse fue una misera cantimplora llenada a la mitad de agua y sus armas que Tanama le regalo, que el muy infeliz de Markus se tomo sin siquiera consultarlo.

Ambos estaban exhaustos, sedientos y hambrientos, ninguno de los dos tenía las fuerzas suficientes fuerzas para continuar y por si fuera poco empezaba a anochecer, sabían por experiencia que las noches en el desierto suelen ser heladas, por lo que no contaban con mucho tiempo.

- Donde... Haff... Donde esta ese oasis? - pregunto Spike con la poca saliva que le quedaba.

- No... No debería estar tan lejos... creo - Hace ya das horas habia dicho que en este desierto se encontraba un pequeño pueblo alrededor de un oasis pero según recuerde él, no estaba tan lejos.

Finalmente se hizo de noche, el viento frio del desierto golpeaba al par de dragones, a pesar de poder escupir fuego no quitaba el hecho de que son reptiles de sangre fría, inútilmente trataban de seguir pero sus fuerzas cada vez mas flaqueaban, finamente y sin poder seguir mas ambos cayeron víctimas del agotamiento y el frio, sentía sus cuerpos congelarse, Markus en un intento de ayudar a Spike se arrastro asta donde estaba y lo cubrió con su cuerpo para mantener el calor, su temperatura seguía bajando, no les quedaba mucho tiempo, en un intento desprendo de salvar sus vidas el dragon negro empezo a escupir fuego hacia el cielo en un intento de pedir ayuda, pasaron algunos minutos y nadie apareció en su ayuda, le dolía su garganta por generar tanto fuego, su vista se oscurecía mientras pequeños trozos de hielo aparecían en su cuerpo.

- Lo...lo siento chico - Se disculpo, antes de cerrar sus ojos vio como una figura negra descendía de los cielos.

— Mientras tanto en Equestria —

Las casos han cambiando, una nueva era algunos llaman, luego de que Twilight Sparkle fuera revocada de su titulo como princesa fue llevada a las mazmorras de Canterlot junto Spitfire por la enorme deuda que ambas tenían, el caso de la ahora ex-alicornio fue relativamente mas suave ya que su hermano Shining Armor junto su esposa la princesa Mi Amore Candance pagaron la fianza y el cincuenta porciento de las deudas de Twilight, Spitfire no tuvo tanta suerte y tendrá que quedarse alrededor diez a veinte años tras las rejas.

Muchos eventos pasaron desde la ausencia del dragón, La tierra dragon quienes consideraban hostil y peligroso se habia convertido en un reino independiente al de Equestria, gracias a las abundantes minas de joyas y minerales del lugar y de algún que otro tesoro encontrado, hicieron enormes reformas al lugar, teniendo en sus garras las mayor parte del mercado en recursos mineros, lograron hacer trato con los perros diamantes para ayudar en la excavación ofreciéndoles un lugar en una de sus muchas montañas, aprendieron a trabajer con la joyas, creando asi hermosas piezas de arte que luego incorporarían su nuevo reino, construcciones y edificaciones se hicieron por toda la tierra dragón, casas, calles, edificios, etc Todo con incrustaciones elaboradas con oro y joyas, finamente trabajadas haciendo parecer al Imperio de Crystal un insignificante guijarro brillante, todo gracias a su nueva señora, no!, a su nueva emperatriz, La Emperatriz Ember.

Un legado oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora