UNA VIDA DE CASADOS

SORPRESA

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Erase una vez, en el hermoso y próspero reino de Yuei, vivía un joven príncipe llamado Katsuki Bakugo. El joven heredero, era alguien realmente muy atractivo, ya que ganó gran fama en su reino y los alrededores.

Por donde quiera que él iba, hombres y mujeres quedaban enamorados de él al instante. Por lo que le llovían propuestas de matrimonio (y otras un poco más indecentes), todos los días, sin embargo, el príncipe las rechazaba con disgusto. Encontraba dicho amor superficial.

Un día, se escabullo del castillo y de su madre para poder ir a dar un paseo al bosque. Necesitaba un descanso de la ajetreada vida que llevaba, en esas estaba cuando su visión captó algo inusual.

Había un pequeño conejito de color verde, rogando por ayuda.

_ Por favor, bella princesa, un sólo beso tuyo romperá el hechizo que una bruja me impuso, y me transformo en un conejo.

El príncipe, conmovido hasta las lágrimas respondió:

_ ¡¿Hah, acaso me veo como una mujer, maldito conejo?!.

El conejito que todo el tiempo tuvo la cabeza metida en un hoyo, con trabajo sacó su peluda cabeza para ver al príncipe, que lo veía con enojo. Avergonzado por su confusión, dijo:

_ Perdóname por favor. Pensé que eras una bella princesa, aunque belleza no te falta majestad. Aun así, ayúdame por favor, solo un miembro de la familia real puede devolverme a mi forma original.

El joven lo pensó y lo pensó por varios minutos, el pequeño conejito solo lo veía expectante con sus enormes ojos esmeralda. Luego de dar muchas vueltas, por primera vez no rechazó una solicitud de ese tipo.

_ ¿Con un solo toque es más que suficiente?.

El conejito esperanzado respondió:

_ ¡Es más que suficiente! ¡Gracias!.

El príncipe trató de imaginarse la apariencia del conejito. Tal vez no le cause problemas si le ayudaba.

El rubio, se inclinó hasta la altura del conejito que se estiraba todo lo que podía, para alcanzar el rostro de su salvador. Fue apenas un pequeño roce y el pequeño animalito fue envuelto en un brillo verdoso, para que finalmente apareciera un joven de hermosos ojos esmeralda.

Y fue así, que con la ayuda de la bondad del príncipe Katsuki, el pequeño conejito verde volvió a la normalidad.

Cuando el resplandor dejó de envolver por completo el cuerpo del recién convertido, dejó al príncipe con la boca abierta. El pequeño y lindo conejito de color verde, era en realidad un joven de increíble belleza. Portador de unos ojos que parecían gemas, un cabello peliverde precioso y suave, y por último unas adorables y hermosas pecas, que acompañaban a una piel blanca y suave.

_ ¡Gracias por ayudarme!. Soy el príncipe Izuku Midoriya del reino del bosque. Tu eres el príncipe Katsuki Bakugo, ¿verdad? _ Se presentó entusiasmado el lindo pecoso.

_ Ah sí... _ El joven de ojos rubí, no podía dejar de ver encantado al chico peliverde.

_ No tienes idea de todo lo que pase, pero me alegro que me hayas ayudado. Verás, una bruja mala llegó a mi reino y... _ Izuku no paró de hablar en los próximos minutos.

Katsuki no quería ser grosero como era lo usual, pero no podía dejar de ver maravillado al chico más bajo que él. Pero reparó en que estaba completamente desnudo, por inercia se sonrojó y volvió a verlo a la cara, en un pobre intento de no recorrer con sus avariciosos ojos, el cuerpo del contrario.

_ Supongo que cuando era un conejo, no necesitaba de ropa _ Sus ojos, se dirigian de cuando en cuando hacia el resto del cuerpo del chico que no dejaba de hablar. Gracias a todos los dioses que estaban aún en cuclillas, eso le impedía ver más allá.

_ ¿Crees en el amor a primera vista, nerd? _ Pregunto el rubio, interrumpiendo abruptamente al peliverde.

_ ¿Eh? _ Fue lo único que dijo el otro príncipe, sin imaginarse lo que haría el rubio para capturar su corazón.

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Notas de la autora:

Me siento de la chingada... me voy a terminar enfermando.

Cuídense mucho criaturitas bellas. Échenle ganas a la vida. Los quiero.

Voten por favor <3.

Yess fuera.