PORQUE A PESAR DE DICHA APARIENCIA, PUEDO RECONOCERTE

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Todos los días, son días grises. El hermoso astro rey, no había vuelto a asomarse alguna vez. Nubes grises eran las que cubrían ahora al firmamento. En las noches era más difícil. La oscuridad atrapaba todo lo que había a su alrededor, pero siempre fui conocido por mi inquebrantable fuerza de voluntad, era hora de demostrarlo.

La ciudad está destruida. Los escombros de las casas y de los comercios están por doquier. La naturaleza lentamente, comenzó a tomar el terreno que le fue quitado tiempo atrás, haciendo que toda aquella destrucción, se viera como una hermosa obra de arte trágica.

He recorrido tantas veces la cuidad, que me he vuelto un experto explorador. La comida no escasea aún en estas situaciones, está por doquier y no puedo estar más que agradecido. Necesito fuerzas para continuar con mi viaje, necesito encontrarme con él.

Nuevamente estoy en las calles, trato de buscar alguna pista que me guíe a mi destino. Aún no es mediodía y el cielo sigue gris como en los días anteriores. Continuo con mi camino, puedo ver a lo lejos a otras personas como yo, también buscan provisiones, pero no me preocupo por ello, hay comida por todas partes.

El gruñido de mi estómago me sacó de mis pensamientos, al parecer estaba murmurando nuevamente en voz alta, el cuervo que está parado en una mesa me observa fijamente. Pero dejó de prestarle atención al ver comida frente a mi. Nuevamente mi estómago gruñe, es hora del desayuno. Para mi suerte, es un plato de katsudon.

_ Buen provecho _ Doy las gracias y me dispongo a comer. Está delicioso, me sabe a gloria, pero el sazón de él no tiene comparación.

El cuervo me observa comer, parece tener hambre y siento pena. Tomó una porción del katsudon con el tenedor y se lo tiendo, inmediatamente empieza a comer. Pobrecito, que bueno que le dio un poco de comida, en estos tiempos difíciles hay que estar unidos. Hay muchos peligros a nuestro alrededor.

Luego de un buen desayuno, sigo mi camino. Aunque hay abundancia de comida, no está demás ser precavido, así que entro a una tienda de conveniencia y empiezo mis compras. Todo está fresco y en buen estado, todo se ve tan delicioso. Mi inseparable mochila amarilla está llena de mucha comida para compartir, estoy seguro de que esto será de utilidad.

Mi camino sigue, siempre hay algo nuevo que ver conforme avanzó. Debido a los constantes peligros que hay ahora, el paisaje va cambiando siempre. Hay nuevas rutas, nuevos escombros y nuevas personas que son muy amables. Me hice de nuevos amigos que son muy amables, nos gusta compartirnos la comida y nos protegemos de la gente peligrosa que hay a nuestro alrededor.

Pero a pesar de eso, aun te sigo extrañando. Cada que tengo la oportunidad, enciendo mi celular para poder ver nuestra fotografía. Nos vemos felices, tu con tu eterno ceño fruncido y tu sonrisa de lado, me miras con todo el amor que me profesas. Te extraño tanto, necesito encontrarte.

Pase tanto tiempo viendo nuestra foto, que no me di cuenta que ya había anochecido. El tiempo se va volando. A diferencia del día, por las noches la luna brilla con intensidad en los cielos. La oscuridad que trae la noche, me llena de una indescriptible paz. También, me ayuda a ocultarme de la gente peligrosa.

Busco un lugar en donde poder pasar la noche, afortunadamente no tengo que buscar mucho, una solitaria casa se encuentra justo al frente. Estoy agotado, hoy tampoco pude conseguir una pista que me lleve con él. Me recuesto en el sofá de la sala, aunque estoy cansado, también necesito estar alerta. Como siempre, estas en mis pensamientos, eres lo que me hace seguir adelante en este solitario camino, no puedo esperar para volver a verte.

UNA VIDA DE CASADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora