¡LO QUIERO A ÉL!

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El poderoso señor de los dragones y próximo Rey, se encontraba sobrevolando el reino del bosque junto a su fiel amigo pelirrojo.

La pacífica gente del reino del bosque, levantaban sus manos a modo de saludo, cada que el rubio decidía salir a pasear, cazar o comprar alguna cosa. Desde que todos los reinos fueron unificados, todos conviven en paz y armonía.

Aunque el rubio no era la persona más respetuosa del mundo, no era tan grosero con los aldeanos, a veces solo los miraba o asentía con su cabeza levemente. Pero este día en particular, estaba que se lo llevaba la mierda.

_ ¡Vamos Bakugo, no es tan malo nada de esto! _ Repetía por quien sabe cuantas veces en el día, Kirishima. Como no podía hablar mientras volaba, usaba la telepatía para comunicarse con el enojado rubio que volaba con él.

_ ¡Por una mierda, pelos de mierda! _ Si estuviera en su forma humana, ya estuviera medio chamuscado debido a las mortales explosiones de su amigo. Afortunadamente y gracias al entrenamiento y los largos años de convivencia, sus escamas en su forma de dragón y su kosei se habían fortalecido. Pero eso no quería decir que fuera inmune, era mejor prevenir que lamentar.

_ A ver, ¿Qué está mal es todo esto, según tu?.

_ Tengo estándares muy altos, no soy de salir con cualquiera, después de todo soy el próximo Rey de los dragones.

La causa de la furia de Katsusi, era que debía elegir pronto un consorte para procurar el linaje puro de los dragones. No se les imponía a alguien para casarlos, eran libres de elegir con quien compartir sus vidas. Su madre había encontrado a su padre, años antes de que asumiera el trono y ambos se habían enamorado. Pero él llevaba varios años sin dar muestras de querer unirse a alguien, ni siquiera había tenido alguna pareja casual en su adolescencia, decía que era un pérdida total de tiempo si no se trataba de la persona con la que compartiría su vida.

Mitsuki le dio todo el tiempo que había necesitado, Masaru lo había aconsejado. El problema eran los ancianos que formaban el consejo, querían casarlo a la de ya. Habían reunido a todas las muchachas jóvenes del reino, algunas princesas con las cuales formar una alianza y hasta le dijeron que podía formar un harem. Se puso tan furioso, que saltó por la ventana y aterrizó sobre Kirishima, que ya intuía su reacción. Ahora volaba sobre el reino vecino para relajarse, pero no estaba ni cerca de estar calmado.

Eijiro ya no dijo nada más y solo continuó volando. De vez en cuando, escuchaba una que otra explosión o maldición. Pudo divisar un claro a lo lejos, así que aterrizó a la entrada de este. Katsuki seguía diciendo maldiciones, caminaba en automático.

Se sentaron cerca de un estanque, el agua estaba calmada, pero eso desapareció cuando las explosiones del rubio, comenzaron a salir. Kirishima solo se quedó observando el cielo, ya se le pasaría el berrinche.

10 minutos después...

Y Katsuki seguía maldiciendo. Eijiro ya estaba a punto de callarlo a golpes, cuando un potente grito les hizo parar en seco.

El grito provenía del cielo, ambos dirigieron sus miradas hacia el origen. Una cosa verde venía cayendo. Ninguno pudo reaccionar a tiempo, y la cosa verde cayó de lleno en el agua.

_ ¡Izuku! _ Otro grito se escuchó, ambos volvieron a ver hacia el cielo. Una especie de globo con una canasta, venía bajando en su dirección. En él, estaba un chico de cabellos dorados, con un semblante preocupado.

_ ¡AHHHHHHHH! _ El pelirrojo y el cenizo, dieron un notorio brinco hacia atrás, cuando de la orilla del estante emergió la cosa verde, que antes había caído.

El tiempo pareció detenerse a ojos de Katsuki. La cosa verde, resultó ser un lindo chico peliverde, de ojos esmeralda y adorables pecas. Era hermoso. Quedó totalmente embelesado.

El peliverde por otra parte, estaba lleno de lodo y tenía una alga y un pez que aún saltaba sobre su cabeza. Por no hablar de que tenía la cara llena de carbón.

_ ¡Lo quiero a él!, quiero que sea mío aunque luego me estorbe y este quejándome mucho.

_ Y lo perdimos _ Fue lo único que dijo Eijiro, viendo como su amigo iba a ayudar al peliverde. Pero cayó abruptamente, cuando vio pasar al acompañante del pecoso _ Al parecer, no es el único que cayó.

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Notas de la autora:

Pienso trabajar en unas historias que se me ocurrieron. Mientras les dejo esto.

Cuídense mucho y voten porfis <3.

Yess fuera.

UNA VIDA DE CASADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora