El día comenzó, Gaara despertó y de inmediato se sonrojó con todo lo que había pasado, su cuerpo desnudo entre las sábanas no le permitían olvidar ni un solo detalle, entonces se dió cuenta de que Lee no está en la habitación con el.
Se levantó de la cama y caminó hasta el baño, luego de una ducha se vistió y salió de la habitación.
Lee se encontraba desayunando cereal frente al televisor.
-Buenos dias. -Gaara se sentó a su lado y lo miró. - ¿Porque no me despertaste?
-Pensé estarías muy cansado después de...
-No soy tan débil.
Su mirada se volvió intensa, pero no era una intensidad aterradora o incómoda, más bien Lee sentía que era levemente desnudado por esa mirada.
-¿Que quieres de desayunar? No tengo mucho pero podemos comprar algunas cosas.
-Se me antoja un ramen, de esos que a Naruto le gustan.
Lee se pone de pie y toma sus cosas para luego acercarse a la puerta.
-¿Nos vamos?
-¿Iremos así?
Ambos vestían ropa común, Lee una simple sudadera y pantalones que aunque ni quisiera le quedaban ajustados, Gaara tenía la ropa de Lee nuevamente, no había llevado equipaje así todo le quedaba flojo, se sentia raro.
-¿Y porque no? Aquí no tienes que impresionar a nadie, en konoha puedes ser un chico normal.
Gaara asintió no muy convencido pero aceptó salir de casa para dirigirse a Ichiraku.
Mientras caminando por la calle Lee tomó su mano y entrelazo sus dedos, ya no sentía tantos nervios por las demostraciones de afecto, no después de anoche, Gaara en cambio no le prestaba atención a su mano ligada a la de Lee, los lugares en Konoha siempre llamaban su atención, siempre sintió deseos de entrar a las tiendas y comprarse cosas raras que no sabía para que se utilizan, pero desafortunadamente cada ves que estaba allí era por algo importante o por muy poco tiempo, no podía ser el turista que sentía en su interior.
Llegaron a Ichiraku y no muy sorprendidos vieron a Naruto ahí.
-Naruto ¡Hola! -Dijo el entusiasta Lee.
Gaara en cambio.
-Buen día Naruto ¿Como has estado?
-Hola...
Apenas dijo Naruto mientras terminaba de masticar su comida.
-Dos órdenes de ramen por favor.
Lee miró a Gaara con aires de curiosidad, porque era tan jodidamente educado, necesita relajarse un rato y olvidar que no está en su aldea.
La comida llegó y ambos comenzaron a comer, Lee se preguntaba porque no le habían asignado ninguna misión últimamente, aunque claramente la respuesta era que Gai le prohibió a Kakashi a hacer algo así para no arruinar su juvenil romance.
Terminaron de comer y se retiraron del lugar.
-¿A donde quieres ir ahora? -preguntó Lee.
-No lo sé.
-¡¿Que tal si entrenamos en el parque?!
-Que tal si tu entrenas y yo te miro.
Lee se encogió de hombros y comenzaron a caminar hacia el parque, aunque cuando llegaron Lee quiso comenzar de inmediato su ropa le era incómoda cosa que Gaara notó.
-Ve a ponerte tu traje verde, te espero aquí.
-Bien eso haré.
-Ah y podrías traerme mi arena por favor.
-Claro que si.
Lee le robó un rápido beso que Gaara no esperaba antes de irse.
Se acostó debajo de un árbol e inconscientemente comenzó a pensar en cosas del trabajo, luego comenzó a creer que no debió abandonar sus responsabilidades así por así, que había sido muy irresponsable de su parte.
La había pasado bien, de hecho todo fue maravilloso pero sentía que debía volver, aunque la parte difícil era decirle a Lee.
O tal ves olvido todo y sigo disfrutando de la tranquilidad que me hubiese gustado tener en mi cumpleaños.
Volvió a cerrar los ojos y pensó en los exámenes shounin, tenía que encargarse de eso, sus jóvenes ninjas justo tenían que viajar a Konoha después de estar autorizados por el, ¿como había olvidado algo tan simple? Definitivamente debía volver.
Corrió hasta la casa de Lee y abrió la puerta, Lee ya estaba cargando su arena para salir a encontrarse con el.
Lee del desierto.
Eso parecía.
-¿Que haces aquí? Justo iba a salir.
-Recordé que tengo que volver a mi aldea.
-¿Volverás? Tienes muy poco tiempo acá creo que puedes quedarte un día más.
-No Lee, tengo que volver.
-Pues voy contigo.
-No, recuerda que Shancai necesitará ayuda para viajar con sus hermanos, debes quedarte y llevarla cuando este lista.
-Esta bien.
Lee regresó la arena a su lugar, Gaara fue a ponerse la ropa con la que había llegado.
Lee entró a la habitación mientras Gaara se terminaba de poner los pantalones.
Caminó hasta el y lo ayudó asiendo que Gaara nuevamente tuviera la cara roja, al parecer era algo que siempre hacia últimamente.
-Te extrañaré todos los segundos que no estés a mi lado Gaara.
-Yo también Lee, yo también.
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Solo tú ~GaaLee~
RandomEl inicio y el final de la bella historia de amor del kage sin cejas y el chico de carita hermosa.