Capítulo 10.

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Ya era de noche, Gaara habia cancelado su fiesta de cumpleaños y había terminado su trabajo del día para hacer lo que había planeado con sus hermanos y sus cuñados para tratar de arreglar las cosas con Lee, habían encontrado una solución, aunque su moral no la aceptaba del todo.

Todo ya estaba preparado, había cancelado su compromiso y había llegado a un acuerdo con el consejo que pronto le contaría a Lee, sólo necesitaba un momento a solas con el.

-Bien Gaara ya estamos aquí, Lee está en esa habitación, nosotros estaremos en el bar de al frente por si nos necesitan, que tengas suerte hermano.
-Dijo Kankuro.

Gaara respiró profundo y entró, escucho la regadera del baño de la habitación de Lee así que se sentó en la cama a esperar que saliera. 

Por otro lado Lee había terminado de bañarse cuando tomó dos toallas, una la colocó en su cintura y la otra alrededor de su cuello para caminar fuera del baño mientras secaba su cabello mojado.

Al salir camino unos cuantos pasos y se encontró con Gaara, sentado en su cama con la cara roja mirándolo de arriba hacia abajo sin descaro.

-¿Que haces aquí? -Preguntó Lee.

-Cancelé el compromiso. -Respondió Gaara sin rodeos.

Lee lo miró seriamente, sentía deseos de llorar aunque ya no podia, la ducha se había encargado de eso.

-Entonces tu... no-nosotros...

Gaara se levantó rápidamente y se paró frente a el.

-Ven aquí.

Lo tomó por la nuca y lo acercó a su altura para besarlo y no cualquier beso, joder estaba en toalla frente a el, definitivamente no habia forma de detener a Gaara en este momento.

Gaara quitó la toalla de su cuello y acarició su húmedo cabello hacia atrás, aunque debía de admitir que lo prefería peinado hacia adelante.

Acarició su pecho descubierto y sintió deseos de seguir deslizando sus manos por cada centímetro del cuerpo de Lee.

-Gaara espera. -Dijo Lee deteniendo todo.

Gaara sintió que se había pasado de la raya, no importa cuánto lo deseara nunca haria algo si ambos no estaban de acuerdo.

-Lo siento.

Se cruzó de brazos y se giró de espaldas hacia el. Se sentía apenado.

Lee lo abrazó por detrás y besó su cuello.

-Cuéntame más, como se lo tomó ella.

-Aún no lo sabe, el consejo de ancianos se lo contará mañana, llegamos a un acuerdo en el que todos estaremos bien.

-¿Que acuerdo es ese?

-Recuerdas esos comentarios que hacían de que podría obligar a cualquiera a ser mi esposa si le doy algo a cambio o con un contrato o lo que sea.

-Si, pero tu nunca estuviste de acuerdo.

-Así era, pero ahora lo haré, contrataré a una joven concubina que me de un hijo sin tener que casarme con ella, sólo lo tendremos, ella vivirá en las más excelentes condiciones y yo tendré ese hijo que tanto desean todos, y bueno que a mi también me gustaría tener... aunque hay un problema.

-¿Que sucede?

-Todos se molestaron, puse mano firme en mi decisión pero aún así me la pusieron difícil, tengo que encontrar a esa chica en una semana.

-¡Una semana!

-Si, son unos mal nacidos.

-Creo que puedo ayudarte, en konoha hay muchas chicas lo suficientemente locas como para aceptar.

-Gracias, eso sería grandioso.

-Pero tengo una condición para todo esto.

Gaara se giró frente a Lee y lo miró a los ojos.

-¿Que condición?

-Ni pienses que dejaré que estés con ella antes que conmigo ¡No lo permitiré! Primero me haces el amor a mi y luego cumples con tu parte del trato.

-¡Lee!

Gaara se cubrió los labios sorprendido por lo que Lee había dicho.

-Tranquilo no tiene que ser ahora, sólo antes que a ella ¿ok? Me iré a vestir.

Gaara asintió y salió de la habitación, aún sentía su cara arder.

Dios pasé de ser una máquina asesina a una nenita que se sonroja por todo ¡que vergüenza!

Lee salió de la habitación en pijama, era un pijama fresco lo que le hacia sentir todo el frío de la noche, la aldea de la arena podía ser tan fría como el mismísimo desierto que la rodeaba.

-Oye Gaara quiero hacer yo la pregunta antes de que te me adelantes.

-¿Que pregunta?

Lee lo tomó de las manos y lo miró fijamente a los ojos.

-¿Quieres ser mi novio?

Gaara lo miró confundido.

-¿Que no lo éramos ya?

Lee comenzó a reír y Gaara se cruzó de brazos confundido.

-Una cita no es ser pareja, podrías tener citas con muchas personas diferentes y eso no quiere decir que estén juntos.

-Ah, pues, acepto... carita hermosa.

-¿Porque me dices asi?

-Porque una ves oí que tu mismo te llamabas "el guapísimo de la aldea de la hoja" y pues para mi lo eras.

-Quien diría que quien usó el "ataúd de arena" en mi pierna, Porque no alcanzaste más debo aclarar, sería tan tierno ahora.

-Bueno, creo que eso te sirve para recordar que lo siento por ti es real.

-Oh mi Gaara.

-Lee.

Ambos se besaron y se acurrucaron en una manta frente a la chimenea.

Solo tú  ~GaaLee~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora