Solo tú ~GaaLee~

Capítulo 18.

El hombre salió del lugar dejando a todos atónitos, Kankuro y Temari entraron a la oficina.

-Temari ¿Que hago? ¡¿QUE HAGO?!

Gaara comenzó a caminar de un lado a otro alborotando su cabello.

-Calmate Gaara. -Dijo Kankuro.

-Pues tienes que decirle a todos sobre lo tuyo con Lee, es mejor que lo sepan por ti hermano, pero que no parezca un chisme que parezca una noticia muy muy seria. -Dijo Temari.

-Pues... pues... envía un comunicado, primero a los lideres de la aldea, luego a los demás kages, quiero que todo el mundo lo sepa lo más pronto posible.

Lee abrazó a Gaara por detrás.

-¿Y que pasa si...? - Dijo Lee.

-Estaré contigo Lee, pase lo que pase.

Lee hundió su cabeza en el cuello de Gaara y respiró profundo, uno de los mayores miedos de ambos como pareja era el ver la reacción de todos ante su relación y pronto sabrían lo que pasaría.

-Hermano. -Dijo Kankuro.

-¿Que?

-Sabes que si los aceptan no tendrás que tener un hijo con esa chica.

-¿Enserio? -Dijo Lee.

-Enserio, las cosas serían distintas.

Gaara miró a Lee y sonrió, por fin sentían que estaban haciendo las cosas bien.

-¿Pero quien sería el siguiente Kasekage?

-Simple, el ninja más fuerte de la generación en la que estés a la hora de tu retiro.

-¡Bien! -Dijo Lee feliz.

Kakuro salió de la oficina dejándolos solos y dándole más libertad a Gaara para abrazar a Lee a su antojo.

-Todo saldrá bien Lee, lo prometo.

Lee le dió un tierno beso y Gaara se dispuso a terminar el trabajo del dia para luego salir con Lee.

-¿A donde vamos? - Preguntó Lee una ves afuera.

-Podemos ir a comer algo, o podemos ir a mi casa.

-Comamos en tu casa.

Ambos se fueron lo más rápido posible a casa de Gaara.

Estaban emocionados tenían la posibilidad de estar juntos sin problemas, Gaara estaba feliz, emocionado y nervioso al mismo tiempo, sólo les restaba esperar.

Ambos se encontraban en la casa de Gaara comiendo y hablando de cualquier tema que le llegara a la cabeza, mientras veían las horas pasar, hasta que alguien tocó la puerta.

Gaara se puso más nervioso de lo que estaba y abrió la puerta.

-Ah Temari eres tu.

-Si, aqui están tus respuestas.

-¿Mis respuestas?

-Así es ¿No querías saber que pasaría ahora que saben que ustedes están juntos?

-Oh si claro.

-Pues los aceptan, todos los líderes de la aldea están feliz por ustedes y esperan con ansias la boda.

-¿Boda? ¿Cual boda?

-Lo siento, necesitaba hacer que no pareciera un chisme más bien una noticia, así que dije que estaban comprometidos.

-¡Temariiii!

Lee escuchó todo desde la sala y entró en pánico, las cosas habían dado un giro inesperado en poco tiempo y ya no sabía que pensar, pero se tranquilizó rápido.

Gaara se despidió de Temari y regresó con Lee.

-Lo siento yo... no esperaba esto... Lee lo siento...

-Tendrás que comprarme un anillo muy bonito.

-¿Lee?...

-Sin piedra no quiero que sea incómodo ya que lo tendré siempre conmigo.

-Lee...

-Ah y la ceremonia tiene que ser en Konoha, prefiero los árboles que la arena, lo siento.

-Lee...

-¿Gai-sensei puede entrar conmigo al altar?

-Lee...

-¿Si Gaara?

-Te amo.

.

.

.

El corazón de ambos se aceleró, la adrenalina los envolvió por completo, ese momento fue el más emocionante de sus vidas.

-Lee...

-Dime. -Respondió Lee al llamado de Gaara con lágrimas en los ojos.

-Te amo con todo mi corazón.

-Oh Gaara yo también lo hago, te amo y juro que te protegeré con vida.

Uno se acercó al otro y cortaron la distancia que había entre ellos en un profundo beso que poco a poco se extendió y dejándose llevar por la pasión, recordando la experiencia de la primera vez y con el deseo de volver a sentirse así de vivos comenzaron las caricias.

Ambos caminaron hasta la habitación desnudandose por el camino, entraron tambaleantes y se tumbaron en la cama.

Las caricias y los besos no dejaron de estar presentes ni un sólo segundo, no se daban el lujo ni de respirar si eso implicaba alejarse aunque sea un poco.

-Dime... -Dijo Gaara entre besos. -¿Que quieres sentir primero?

-Lo que quieras... hazme tuyo Gaara.

Gaara sonrió y separó las piernas de Lee con su arena, si Lee fuese otra persona se sentiría extraño, pero Lee había tenido esas fantasías hace mucho tiempo, justo así, de esa misma forma, las manos suaves y perfectas de Gaara junto con la ruda y áspera arena acariciando todo su cuerpo, parecía un sueño, Lee lo estaba disfrutando por completo.

La noche apenas comenzaba.