𝓢𝓸𝓵𝓪𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓽𝓾𝔂𝓸. (+18) [02]

Epilogo

BAE JOHNNS

Luego de perder a mi único hermano, mi vida es un verdadero infierno sin salida y con muchos demonios rondando por mi cabeza. Las pesadillas son constantemente sobre la muerte de Logan y como mi padre lo asesina de mil maneras, sin remordimiento alguno o de como quería matar a su propia hija. Pero todos sabemos que en este mundo de la codicia, no hay aprecio o amor para otra persona y aun siendo de tu misma sangre; me queda claro que en este mundo solo hay enemigos.

16 de noviembre 2020 Nunca podré olvidar esa fecha, es el día en cual perdí a mi hermano y donde yo solo lo dejé tirado como basura. Ha pasado una semana desde aquel incidente, aún me encuentro en mi país natal, Italia.

Aun necesito limpiar alguna evidencia que me comprometa en todo lo ilegal que hice, de ahora en adelante lo más importante será mi trabajo y vengar a Logan.

Cambiando de tema, lo único que supe de los chicos es que Jaden está vuelto loco buscándome, Josh esta preocupado por encontrarme y por Jaden. Massimo sigue con sus negocios pero una parte de él murió el día qué pasó todo lo de Logan, necesito decirle que era su hermano.

— ¿Cómo te encuentras?.— Sonrió con tristeza ante su pregunta.— Perdón, que estúpida pregunta.— Noto el nerviosismo de Kio en nuestra videollamada. El es la única persona que sabe de mi paradero y me informa de los chicos.

— Tranquilo Kio.— Forzó una sonrisa, no tengo ánimos de seguir en esta vida y es cada vez más difícil de superar.

— ¿Sabes ha donde iras?.— Se me olvidó ese pequeño detalle.— Hable con nuestra jefa y dijo que podrías irte a otra ciudad por el momento, pero tendrás que irte sola...

Veo lo triste que se puso con aquel tema.

— Tranquilo Kio, no es el fin del mundo.— Digo con la mirada perdida.— Me servirá para pensar y olvidarme un poco de esta situación.

— Lo se, solo que te extrañare demasiado.— Veo como una lagrima cae por su adorable mejilla.

— No llores, no será mucho tiempo lo prometo.— Le regalo una sonrisa sincera.— Además...primero tengo que volver por mis cosas y despedirme de Los Ángeles.

— ¿Piensas decirle a los chicos?.— Pregunta con insistencia.

— No y espero que tu tampoco les digas, como aquella vez.— Digo dolida.

— Lo siento...

— Nos veremos pronto, adiós.— Corto la videollamada, solo pensar en ese día mi mal humor llega.

Estoy cien por ciento segura de que los chicos estarán mucho mejor sin mi, ahora solo ordenaré mis cosas para poder irme de Italia por un muy buen tiempo pero sin antes despedirme de mi madre.