27|| Desgracia tras desgracia...

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Disfruten

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Disfruten...




— Papi, tengo mucha hambre.— Sonrió ante su puchero y cómo agranda la e al final de su oración.

— Ve a bañarte mientras preparo tu desayuno, Monstruito.— Desordeno su cabello con cariño y el asiente, para luego ir al baño.

Su ropa ya la tengo lista, así que preparo un poco de fruta y algo de leche, un café para mi y listo. Siento que tocan a la puerta como desquiciados, frunzo el ceño y me encamino a la puerta para toparme con un Kio algo pálido.

Lo hago pasar, le preparo un vaso con agua y azúcar.

— ¿Que te paso? Estás demasiado pálido.— El bebe todo el contenido del vaso y lo deja en la mesa del living, siento que toma aire y habla.

— E-es que, el m-me propuso...el... .— La verdad si tengo paciencia y más con mi mujer, pero Kio me está poniendo nervioso.

— Kio habla de una puta vez.— Asiente frenéticamente y habla.

— Maikol quiere que me vaya a vivir con él y quiere adoptar a un perrito.— Es una maldita broma lo que acaba de decir, ¿verdad?.— ¿No es muy pronto? ¿Tú que crees?

— Kio, ¿Es una broma?.— Mi sonrisa de burla crece aún más y el golpea mi hombro.— Esta bien, está bien.

— No es chistoso, maldito Hossler.— Enojado se levanta del sofá y se encamina a la puerta, pero antes de irse me dice con una muy mala leche.— No se como Bae te soporta, Idiota.

Siento el portazo que da y rio a carcajadas, hasta que siento como unos pasitos se acercan a la cocina.

— Tío Kio estaba muy enfadado contigo papi.— Niega serio y eso me hace sacar una tierna sonrisa.

— Sabes como es él, ahora siéntate a comer para poder ir a dejarte a la escuelita.— Coloco al frente de él su plato con frutas y su vaso de leche, comienza a comer mientras se queja.

— Papi, no quiero ir...no le contaremos a mami que falte y será nuestro secreto. ¡Por fis!.— Sonrió mientras niego con mi cabeza.

— Deja de llorar y come, Monstruito.— Resopla y come su desayuno callado. Ser padre no es fácil, decir eso me hace templar y me acuerdo de mi padre.

Mientras desayunamos entre bromas y enojos de su parte, mi pequeño se acuerda de que se acerca el cumpleaños de su madre biológica y eso lo entristece demasiado.

— Pequeño escúchame.— Hago que me preste atención.— Ella esta en el cielo y te cuidará siempre, ella estará siempre en tu corazón.— Coloco mi mano en su corazón y luego despeino su cabello.— Se que Bae nunca podrá ser tu verdadera madre, pero ella siempre te amará como su propio hijo y eso es maravilloso, ella siempre será tu segunda mamá.

 𝓢𝓸𝓵𝓪𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓽𝓾𝔂𝓸. (+18)  [02]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora