2 personas que se odian + un bebé llorón = Un problemón muy llorón.
Esa es la situación de Jungkook y Lisa, dos jóvenes enfrentados por sus diferencias.
Esta historia será una comedia romántica, donde los tríos amorosos e incluso los "cuartetos amor...
-Muy en serio, Jungkook, como yo que voy vestida de bailarina de Cabaret –contestó Lisa vestida con su despampanante corset negro- Además, no te queda para nada mal... -dijo atrevida mirándole de arriba-abajo- Seguro que te cogerían para el papel de Willy Wonka buenorro –dijo burlona mientras le guiñaba un ojo.
-JA JA JA –rió Jungkook sin gracia.
Lisa sonrió y salió de la habitación. Jungkook suspiró con ensoñación al verla mover sus caderas al andar. No sabía si había sido buena idea o no haber elegido aquel disfraz para ella. Por una parte, disfrutaba viéndola vestida así; por otra parte, le entraban ganas de hacerle el amor toda la noche... Volvió a suspirar, echando un vistazo en el espejo: se colocó bien el abrigo rojo y largo de terciopelo, se puso la chistera negra, y por último cogió el bastón de caramelo que se encontraba apoyado en el armario. Qué irónico... A él a quien no le gustan los dulces, se disfraza del propietario de una fábrica de chocolate.
-¡Jejejeje! –se escuchaban las risitas de Suk desde fuera.
Jungkook salió de su habitación y entró en la del bebé. Lisa le estaba haciendo reír mientras le ponía un gorrito naranja que finalizaba el conjunto de calabaza de Halloween. Sonrió. Se acordaba de cómo Lisa se "había enamorado" del disfraz en cuanto lo vio. Él, por supuesto, le había dado el visto bueno: era el que más le había gustado para el peque. Y parece que no se equivocaron, porque Suk estaba tan lindo que si hubiera sido una calabaza de verdad, Lisa se lo hubiera comido, literalmente.
-Jungkook, ¿podrías quedarte con él un segundín? Todavía estoy a medio preparar –preguntó Lisa cargando a Suk en brazos.
-¿Prepararte más? Pero si estás... estás... -no tenía palabras para describirla. ¿Fantástica? ¿Perfecta? ¿Maravillosa? ¿Buenísima?
-¿Cómo estoy, Jungkook? –dijo con voz traviesa.
Allá vamos otra vez. Cuando Lisa se ponía así, él siempre tenía las de perder. Jungkook se ruborizó y finalmente cogió a Suk de los brazos de Lisa.
-Hmp... Mejor termina de prepararte, eso, mejor –dijo nervioso, desviando la mirada divertida de Lisa.
Lisa se rió coquetamente y antes de salir de la habitación le dio un pequeño beso en los labios. Antes de que pudiera decir nada la peliplata ya había cerrado la puerta de su habitación.
-¡Ah! –exclamó Suk mirando alegre a Jungkook.
-Sí, peque. Me estoy volviendo loco por mamá Lisa –explicó devolviéndole la mirada con una vaga sonrisa.
