𝘾𝙤𝙣𝙛𝙞𝙖𝙧 - 20

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ESTA HISTORIA ES ADAPTADA BAJO EL PERMISO DE LA AUTORA.

- Confía en Jungkook, Lisa –dijo Tzuyu desde el probador

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- Confía en Jungkook, Lisa –dijo Tzuyu desde el probador.

- Si yo confío en él, pero en ella no – contestó la peliplata sentada en uno de los bancos de la tienda.

Tzuyu salió del probador acompañada por la dependienta que las estaba ayudando. Lisa soltó una exclamación de sorpresa al ver el precioso vestido de novia que llevaba su amiga. Parecía un ángel, totalmente de blanco y detalles dorados desgastados. La madre de la Chou llegó en ese momento con otro vestido y lo dejó en el banco más próximo para poder acercarse a su hija muy emocionada.

-¡Mírate, hija! ¡Estás preciosa! –dijo con lágrimas en los ojos. Ambas se miraron al enorme espejo que estaba en la pared continua a ellas.

La pelinegra dibujó una enorme sonrisa en su rostro al verse por fin en uno de los posibles trajes que la llevarían a compartir su vida con Mingyu.

-Desde luego Mingyu-baka tiene mucha suerte de tener una mujer tan fantástica como tú a su lado –dijo Lisa cogiéndole de la mano y mirándola a través del espejo.

-Igual que Jungkook –contestó Tzuyu mirándole directamente - Seguro que él también sabe apreciarte y pronto serás tú la que esté dentro de un vestido de novia –dijo guiñandole un ojo.

Lisa se sonrojó al imaginarselo. Todavía era demasiado pronto para eso, Jungkook y ella habían comenzado su relación hace sólo unos cuantos meses. Pero también era verdad que habían pasado dos años viviendo juntos… El caso es que no descarta la idea de que pudiera pasar algún día. Es más, le encantaría que pasara.

- Los celos son algo normal en una relación. Solo que en gran cantidad no son buenos, te acaban haciendo daño a ti y a tu relación. Si vuestra relación es tan fuerte como parece ser, entonces no podrá romperla nadie que esté fuera de ella. Recuérdalo y verás que el amor se porta bien contigo –aconsejó la madre de Tzuyu una vez que su hija se metió de nuevo en el probador.

Lisa se quedó pensativa pero después sonrió a aquella amable mujer- Lo haré, gracias –agradeció su ayuda.

-No es nada, cariño –respondió dándole suaves palmaditas en la mano para que se animara- Yo también fui joven en cuanto al amor se trata y hoy en día te puedo decir que éste va madurando poco a poco y nunca se detiene. ¡Fíjate en mi marido y yo! ¡Casi treinta años casados y aquí seguimos! –exclamó con una linda risa- Seguro que tus padres piensan lo mismo, y aunque paséis por momentos difíciles, vuestro amor llegará a buen puerto. Estoy segurísima de ello –animó levantándose al ver salir a su hija de nuevo.

Lisa miró a Tzuyu y volvió a imaginarse el hermoso futuro que podría sucederle. Una sonrisa involuntaria se instaló en su cara y decidió dejar las preocupaciones a un lado.

Un problemón muy llorón | LK ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora