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Capítulo 9

¡Hola! Feliz domingo :)

Os dejo aquí rápido el capítulo. Ayer tuve un mal día y he decidido pasar el domingo descansando, ¡pero espero que podáis disfrutar de él!

Un abrazo,

Andrea.

CAPÍTULO 9

No tenía ni idea a qué jugaba Daniel, pero es que tampoco sabía qué demonios pensaba yo, haciéndole una mamada en la trastienda de una discoteca. Sentía atracción, y quizás si con él lo había conseguido, también lo haría con otros chicos.

Quizás significaba que ya había sanado.

Quizás ya podía volver a empezar.

Y quizás solo necesitaba fijarme en otro más.

Por eso mismo acepté la invitación de Logan para ir al cine la semana siguiente.

Daniel, que me había besado, invitado a ir a un club nocturno para enseñarme su banda, y que me llevaba y traía del instituto cada día en coche, seguía mostrándose como un completo idiota delante de los demás. Por eso no entendía qué juego estaba llevando a cabo.

¿Te provoco orgasmos cuando estamos a solas y parezco un tío majo, pero luego me vuelvo un completo gilipollas? Lo siento, pero no era algo en lo que quisiera participar. Por no mencionar que tampoco deseaba que sus padres se enterasen...

—¿Harás una fiesta en el aniversario de tus padres? —Preguntó Jessica a Daniel mientras terminábamos de almorzar en la cafetería.

Observé con confusión. ¿Él preparaba una fiesta para sus padres? No me cuadraba con su comportamiento. Al darse cuenta de mi expresión, Ashley me explicó:

—Cada año los padres de Daniel se van un fin de semana entero para celebrar su aniversario, y él aprovecha y monta el fiestón del año en su casa.

No tenía ni idea, pero, ¿cómo iba a saberlo? No habían mencionado nada de un aniversario.

Daniel se encogió de hombros y tomó una patata frita de la bandeja de Jessica. Ella le dedicó una sonrisa y colocó una mano sobre su pierna, y yo decidí apartar la mirada, aunque él me atrapó antes.

Sí, señor. A mí me provocaba orgasmos pero dudaba que no estuviese mientras tanto tirándose a Jessica también.

—No sé si este año se irán de fin de semana —comentó Daniel, ignorándome de nuevo—. Ahora tenemos una nueva mascota en casa y me parece que quieren cuidarla.

Claramente yo era esa mascota, y todos lo habían entendido. Aun así, Jessica no desaprovechó la oportunidad.

—No se fían de ti —le dijo con voz empalagosa—. No sea que la muerdas.

Ambos se rieron y yo decidí que ya no tenía hambre. Cassie y Logan también parecieron pensar lo mismo, porque hicieron un gesto de desagrado. Y Ashley, por otro lado, simuló no haber escuchado nada.

A la mierda, no me iba a quedar callada. Lancé una mirada con una sonrisa fingida hacia Jessica y le espeté:

—Para morderte ya te tiene a ti, ¿verdad?

Durante unos segundos ella me miró con sorpresa, claramente sin esperarse que fuera a decir algo. A su lado, Daniel había elevado las cejas, también sorprendido pero en parte divertido.

Una vez Jessica se recuperó, también elevó las comisuras de los labios y contestó:

—Solo los fines de semana, o cuando se queda a dormir en mi casa.