Convivir con los padres de Daniel sabiendo que estábamos juntos no fue tan complicado como esperaba. A ver, no me gustaba eso de tener las puertas abiertas durante el día y que Cristina o Gabriel se asomasen cada poco tiempo, pero no tardamos en descubrir que por la noche dormían profundamente.
Y por la noche, es que yo me colaba en la habitación de Daniel. Alguna vez lo único que hacíamos era dormir, y la verdad es que descansar a su lado me gustaba.
Continuábamos actuando si nuestra relación fuese un secreto cuando ellos estaban delante. Ninguno quería hacer sentir incómodo a sus padres, y confiábamos en que si no nos veían el uno encima del otro, se olvidarían por un rato de tenernos bajo vigilancia.
Al final no tardé en acostumbrarme. Además, fui con ellos al siguiente concierto de Olvido 5. Sami nos situó en mi sitio predilecto de la barra, y ese día solo tomé refrescos. Aunque les gustó ver a su hijo, se negaron a volver a aquel ambiente, y comentaron que yo tampoco debería hacerlo.
El único que no se mostró tan desanimado con todo fue mi psicólogo. Aunque tampoco pensaba que salir con Daniel fuese una buena idea, estaba contento con mi progresión. Tenía notas bastante mejores, reflejo de mi salud mental estable, y quedaba con mis amigos a menudo.
—Eso tiene muy buena pinta —comentó Jessica.
Estábamos en el comedor, sentados en nuestra mesa de siempre todos juntos. Había señalado un plato que Cassie había traído para comer de casa, con verduras y carne. En realidad, tenía razón. Parecía bastante apetecible.
—Gracias, me lo ha hecho mi padre —contestó ella, tomando el tenedor para empezar a comer.
Desde el viaje a Los Ángeles, Jessica había rebajado sus indirectas hasta el punto de, finalmente, desaparecer. No creía que ella y yo fuésemos mejores amigas en el futuro, pero se había convertido en alguien más agradable, para todos en general, desde que dejó de prestarle atención a Daniel.
Quien sí empezaba a ser un poco obvia, sin embargo, era Ashely. Una vez Logan tuvo claro que no seríamos nada, ella decidió que no perdía nada por intentarlo. Le había llevado unas magdalenas caseras por su cumpleaños, y acompañaba a los entrenamientos cada día. De hecho, en más de una ocasión atrapé a Logan observándola.
—No os había dicho nada —comentó Cass, tragando una porción de carne—, pero Mila ha accedido a venir a la fiesta de graduación conmigo.
Después del viaje a Los Ángeles ella también había cambiado. Sus padres comenzaron a darle más libertad, que aprovechó para salir con nosotros y con Mila. Parecía que su relación iba por muy buen camino.
—Eso es genial, Cass —se alegró Jessica, sonriendo con sinceridad—. Y pensar que solo quedan dos meses...
El tiempo pasaba volando. En dos meses nos graduaríamos, y en menos de cinco estaríamos comenzando la universidad. Todavía se me hacía extraño pensar en que me independizaría, esta vez de verdad y no solo por obligación, ya que Gabriel y Cristina me habían ofrecido a quedarme todo el tiempo que quisiera en su casa mientras estudiaba. Incluso habían insinuado que podía ir a la universidad de Los Ángeles y regresar cada fin de semana.
Gabriel, de hecho, insinuó que ya era hora de cambiar de coche, y que podría darme el suyo a mí.
—Vosotros iréis juntos, ¿no?
La pregunta de Ashley iba formulada directamente hacia Daniel y yo. Éramos pareja. Y de forma oficial. Compartimos una mirada que él terminó con una sonrisa y yo encogiéndome de hombros.
—Solo si ella quiere —replicó.
Le di un pequeño golpe en el hombro, pero él correspondió atrapando mi mano y acercándome a él para darme un beso. Vaya, por supuesto que quería ir con él.
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Hazme Olvidar ©
Teen FictionHISTORIA +18 || Emily ha sufrido mucho. La muerte parece acecharla, y solo quiere escapar de ella. Pero cuando no lo logra, es enviada a vivir con los Black. Y con el estúpido, prepotente e idiota de su hijo, Daniel Black. Sin embargo, Daniel parec...